16 de marzo: Día del Kosen-rufu

Toda (a la derecha) con Ikeda, marzo de 1958 [© Seikyo Shimbun]

El 16 de marzo es una fecha significativa para la Soka Gakkai, en que los miembros recuerdan la histórica ceremonia del 16 de marzo de 1958. Ese día, el segundo presidente Josei Toda, en frágil estado de salud, expuso un apasionado alegato ante 6000 jóvenes, a quienes legó la responsabilidad sobre el futuro de la organización y encomendó la labor de contribuir a crear un mundo pacífico, promoviendo la comprensión del budismo Nichiren y de su filosofía humanística.

Desde entonces, fue Daisaku Ikeda, el más cercano de sus jóvenes sucesores, quien se hizo plenamente responsable de ese legado. En 1960, con 32 años, asumió la tercera presidencia de la organización y ayudó a hacer de la Soka Gakkai un movimiento dedicado a la paz, la cultura y la educación.

Toda falleció el 2 de abril de 1958, dos semanas después de la memorable ceremonia del 16 de marzo, con la plena tranquilidad de que su obra perduraría a través de los jóvenes en quienes tanto confiaba. Un año antes, el 8 de septiembre de 1957, había presentado su “Declaración para la abolición de las armas nucleares” ante cincuenta mil jóvenes de la Soka Gakkai, en el Estadio Mitsuzawa de Yokohama. En ese llamamiento —transmitido como una voluntad testamentaria—, los había instado a asumir la lucha contra estas armas inhumanas, que “amenazaban el derecho a la vida de toda la humanidad”.

Hoy, el 16 de marzo representa para la Soka Gakkai un nuevo punto de partida, “de comienzos eternos y esperanza perpetua”. También es una ocasión oportuna para centrarse en desarrollar jóvenes valores humanos.

Ikeda ha dicho que esta fecha “es un momento en que las personas renuevan su profunda determinación de lograr el kosen-rufu, se unen con un mismo propósito y emprenden una nueva marcha”. El término japonés “kosen-rufu” suele interpretarse como “la paz mundial a través de la felicidad individual” y supone una visión de la paz social construida mediante la aceptación de valores esenciales, como el respeto inquebrantable a la dignidad de la vida. En el nivel personal, denota el cultivo de un estado de vida de felicidad indestructible, a través del proceso de la “revolución humana”, o cambio interior basado en la motivación interna. En el plano social más amplio, es el establecimiento de una sociedad pacífica, donde las personas puedan transformar activamente su vida y contribuir con sus familias y comunidades locales.

El 16 de marzo es la oportunidad de reafirmar dicho juramento y es un desafío para los jóvenes que perpetuarán, en el futuro, la visión de los presidentes fundadores de la Soka. En todo el mundo, los miembros de la Soka Gakkai celebran el 16 de marzo con encuentros alusivos coordinados por la juventud. El espíritu del 16 de marzo también se refleja en las múltiples iniciativas por la paz que organizan los jóvenes de la Soka Gakkai a lo largo del año.

[noviembre 2020]