El 5 de agosto se celebró en el Centro Ikeda de la Paz de Hiroshima, el 200.o encuentro del Ciclo de Conferencias de Estudios de Hiroshima para la Paz. El doctor Tshilidzi Marwala, rector de la Universidad de las Naciones Unidas y subsecretario general de las Naciones Unidas, pronunció una conferencia sobre la abolición nuclear y el papel de la juventud en la era de la IA. Con ocasión del 80.º aniversario de los bombardeos atómicos de Hiroshima y Nagasaki, destacó la importancia de reflexionar sobre las lecciones del pasado y preguntarnos acerca del mundo que legaremos a las generaciones futuras. Además, el doctor Marwala afirmó que la paz no solo se construye con tratados e instituciones, sino con personas y comunidades.
En febrero 1989, los jóvenes de la Soka Gakkai de Hiroshima iniciaron el Ciclo de Conferencias de Estudios de Hiroshima para la Paz, con el objetivo de transmitir la memoria de los bombardeos atómicos y crear un mundo libre de armas nucleares. Entre los ponentes más destacados se encuentran el doctor M. S. Swaminathan, expresidente de las Conferencias Pugwash sobre Ciencia y Asuntos Mundiales; Mairead Corrigan Maguire, Premio Nobel de la Paz, y Sunao Tsuboi, expresidente de Nihon Hidankyo.
Del 1 al 3 de agosto se realizó en Milán, Italia, el curso europeo para jóvenes bajo el lema «¡Un paso por la paz!». Participaron unos 340 jóvenes de 29 países de Europa junto con representantes de los departamentos juveniles de Japón, entre ellos, Hiroko Ogushi y Hideaki Yanashima, responsables de los departamentos de mujeres y hombres jóvenes de la SGI, respectivamente. El curso incluyó una sesión de estudio sobre El registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, así como una mesa redonda en la que representantes de Francia, Japón, Portugal y Suiza compartieron experiencias en la práctica de la fe y presentaron iniciativas llevadas a cabo en sus países.
El 25 de julio, el presidente del Comité Noruego del Nobel, Jørgen Watne Frydnes; el vicepresidente Asle Toje y el director del Instituto Noruego del Nobel, Kristian Berg Harpviken, visitaron la sede de la Soka Gakkai en Tokio y se reunieron con el presidente de la organización, Minoru Harada. Ante la escalada de amenazas nucleares, el presidente Harada destacó la gran importancia de que el Premio Nobel de la Paz fuera otorgado al Nihon Hidankyo (Consejo de Organizaciones de Sobrevivientes de la Bomba Atómica y de Hidrógeno de Japón). El señor Frydnes declaró que, especialmente en tiempos de crisis, transmitir los testimonios de los hibakusha a la siguiente generación es fundamental para la abolición de las armas nucleares y la erradicación de la guerra.