Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 21: Una vida dedicada al kosen-rufu [21.5]

21.5 El kosen-rufu es un flujo incesante

El presidente Ikeda explica que el kosen-rufu no es un punto de llegada, sino un desarrollo; es el proceso en sí. Nos dice que la misión de la Soka Gakkai es contribuir a la felicidad de las personas, al bienestar de la sociedad y a la paz mundial a través de revitalizar el espíritu humano y de promover el respeto a la dignidad de la vida, tomando como base los principios del budismo Nichiren.

En El verdadero aspecto de todos los fenómenos, el Daishonin declara:

Entre aquellos que propagan los cinco caracteres de Myoho-renge-kyo1 en el Último Día de la Ley, sean hombres o mujeres, no debería existir ningún tipo de discriminación. Si no fueran Bodisatvas de la Tierra,2 no podrían entonar el daimoku [Nam-myoho-renge-kyo]. Al principio, solo Nichiren recitó Nam-myoho-renge-kyo, pero luego lo siguieron dos, tres y cien más, que lo entonaron y enseñaron a otros. Así, de este mismo modo, se llevará a cabo la propagación en el futuro. ¿Acaso no es lo que significa «surgir de la tierra»? Cuando la Ley se haya propagado a lo ancho y a lo largo [es decir, cuando se logre el kosen-rufu], toda la nación japonesa entonará Nam-myoho-renge-kyo, con la misma certeza con que una flecha apuntada al suelo no puede errar el blanco.3

Por su parte, en sus «Veintiséis advertencias» (el sucesor y discípulo directo del Daishonin) Nikko Shonin señala: «Hasta que se logre el kosen-rufu, propaguen la Ley al máximo de su capacidad, sin escatimar su vida».4

Incontables pasajes de los escritos del Daishonin exhortan al logro del kosen-rufu. Si nos consideramos discípulos de Nichiren Daishonin, debemos consagrarnos con espíritu abnegado y enérgico a propagar la Ley Mística y a lograr el kosen-rufu. Nunca debemos olvidar que la finalidad esencial de la Soka Gakkai es propagar ampliamente el budismo del Daishonin de las tres grandes leyes secretas.5 Debemos grabar en el corazón la advertencia de Nikko Shonin como un pilar eterno e invariable del espíritu de Gakkai.

Aquí, quisiera aclarar que el kosen-rufu no necesariamente se refiere a una meta concreta y específica.

El Daishonin escribe: «Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio, Nam-myoho-renge-kyo se propagará durante diez mil años y más aún, por toda la eternidad».6 Indica con ello que la corriente del kosen-rufu —o propagación amplia y universal— es un fluir continuo e ininterrumpido. El kosen-rufu no es el destino final, sino la corriente en sí; es la irrigación vital de este budismo viviente en todos los ámbitos del mundo y de la sociedad.

Nuestras actividades por el kosen-rufu apuntan a difundir ampliamente el budismo del Daishonin de las tres grandes leyes secretas en el mundo de hoy y a nutrir a todos con este refrescante manantial de vitalidad. Existen para permitir a cada persona lograr una felicidad indestructible en la vida y, como consecuencia de ello, construir una sociedad ideal próspera y pacífica.

En otras palabras, nuestras actividades por el kosen-rufu, nuestros esfuerzos por transmitir la Ley Mística, constituyen una lucha esencial por revitalizar al ser humano y por establecer firmemente en la sociedad una cultura de respeto a la dignidad de la vida.

En Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, Nichiren Daishonin escribe:

«El Sutra del loto es la enseñanza del shakubuku, la refutación de las doctrinas provisionales».7 Fiel a la letra de esta declaración de oro, por fin hasta el último de los creyentes de las enseñanzas y escuelas provisionales [del budismo] será vencido y se unirá a las filas del Rey del Dharma [el Buda]. Llegará el tiempo en que toda la población abandonará las diversas clases de vehículos [es decir, las enseñanzas provisionales anteriores al Sutra del loto] y adoptará el vehículo único de la budeidad [el Sutra del loto], y la Ley Mística florecerá en toda la tierra. Cuando todas las personas entonen Nam-myoho-renge-kyo, el viento dejará de azotar y doblegar las ramas, y la lluvia ya no romperá los terrones del suelo con violencia. Entonces, el mundo será como lo fue en tiempos de [los legendarios reyes] Fu Hsi y Shen Nung. En su actual existencia, la gente se verá libre de desastres e infortunios, y aprenderá el arte de la longevidad. Comprendan que llegará la época de revelar la verdad de que tanto la persona como la Ley son eternas e imperecederas. No puede haber la menor duda acerca de lo que promete el sutra: «paz y seguridad en esta existencia8».9

Asimismo, es importante reconocer que establecer la paz, es decir, construir una sociedad ideal, no se limita al florecimiento de un solo país, como el Japón. En su tratado, Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, el Daishonin escribe:

Ahora bien, si en la tierra comprendida entre los cuatro mares y en los diez mil territorios, las cuatro clases de budistas [monjes y monjas, laicos y laicas] dejasen de dar limosnas a los sacerdotes corruptos y, en cambio, se inclinasen en favor del bien, ¿habría forma de que siguieran acosándonos los problemas o de que continuasen afligiéndonos los desastres?10

*

[D]ebe modificar enseguida los principios que abriga en su corazón y abrazar el único vehículo verdadero, la única buena doctrina [del Sutra del loto]. Si lo hace, los tres mundos11 [en donde vivimos] se convertirán en tierra de Buda, y ¿dónde se ha visto que una tierra de Buda decline? Cada región de las diez direcciones podrá ser un reino de tesoros, y ¿dónde se ha visto que un reino de tesoros sufra daños?12

Y en Sobre el otorgamiento de las tres grandes leyes secretas, se refiere a «las personas de los tres países […], así como también todos los habitantes de Jambudvipa».13

Los «tres países» son la India, la China y el Japón, mientras que Jambudvipa denota el mundo entero. La referencia a los «tres mundos», en este contexto, se refiere a los seis caminos,14 al mundo saha15 o al mundo entero. Los «cuatro mares» y las «diez mil tierras» también indican el planeta en su totalidad.

*

Quiero recalcar la importancia de convertir el siglo XXI en una centuria de la vida y señalar que es la humanidad, con su iniciativa, la que debe generar las condiciones para que ello ocurra.

Un siglo de la vida, dicho en palabras simples, se refiere a una era, una civilización y una sociedad en las cuales prevalezca el respeto a la dignidad de la vida. Asumir esta postura frente a la vida significa que nadie, en nombre de ningún fin, sacrifique o explote jamás la existencia humana, ni su dignidad ni su felicidad personal. Hablo de una sociedad y de una civilización firmemente basadas en el compromiso de que todas las actividades apoyen la vida, la dignidad y la felicidad de las personas, y que nunca se las utilice como medio para lograr otros propósitos o fines.

Sin el esfuerzo tenaz que hagamos hoy por establecer el respeto a la dignidad humana como principio rector para edificar el mundo de mañana, el siglo XXI se expone gravemente al riesgo de ser una centuria de destrucción. Las actividades de la Soka Gakkai constituyen un gran movimiento de personas comunes unidas en la lucha por hacer florecer la paz y la cultura, para hacer posible esa centuria de la vida.

De la «Disertación acerca de “Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra”», publicada en japonés en julio de 1977.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Myoho-renge-kyo se escribe con cinco ideogramas chinos, mientras que Nam-myoho-renge-kyo se escribe con siete (namu o nam se compone de dos caracteres). Sin embargo, el Daishonin a menudo usa ambos términos como sinónimos en sus escritos.
  • *2Bodisatvas de la Tierra: Hueste inmensurable de bodisatvas que irrumpen del seno de la tierra y a quienes el buda Shakyamuni confía la propagación de la Ley Mística o esencia del Sutra del loto en el Último Día de la Ley.
  • *3El verdadero aspecto de todos los fenómenos, en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), págs. 406-407.
  • *4Gosho zenshu, nueva ed., pág. 2196; Gosho zenshu, pág. 1618.
  • *5Las tres grandes leyes secretas son principios centrales de la enseñanza del Daishonin. Son el objeto de devoción de la enseñanza esencial (el Gohonzon), el daimoku de la enseñanza esencial (Nam-myoho-renge-kyo) y el santuario de la enseñanza esencial (donde se entroniza el Gohonzon). Se las llama así porque están implícitas en el texto del capítulo «La duración de la vida de El Que Así Llega» del Sutra del loto.
  • *6Saldar las deudas de gratitud, en END, pág. 773.
  • *7Declaración del gran maestro T’ien-t’ai en Profundo significado del «Sutra del loto».
  • *8Véase El Sutra del loto, cap. 5, pág. 98
  • *9Sobre la práctica de las enseñanzas del Buda, en END, pág. 413.
  • *10Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 24.
  • *11Tres mundos: También llamado «mundo triple». El mundo de los seres no iluminados que transmigran por los seis caminos (desde el infierno hasta el estado de éxtasis o de los seres celestiales). Los tres mundos están formados, en orden ascendente, por el mundo del deseo, el mundo de la forma y el mundo de lo informe. En sentido general, la expresión se refiere al mundo saha en el cual vivimos.
  • *12Sobre el establecimiento de la enseñanza correcta para asegurar la paz en la tierra, en END, pág. 26.
  • *13Véase On the Receiving of the Three Great Secret Laws (Sobre el otorgamiento de las tres grandes leyes secretas), en The Writings of Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2006, vol. 2, pág. 987.
  • *14Seis caminos: Referencia a los primeros seis de los diez estados, que son los del infierno, entidades hambrientas, animales, asuras, seres humanos y seres celestiales.
  • *15Mundo saha: El mundo en que vivimos los hombres, colmado de sufrimientos. A menudo se lo traduce como «mundo donde se resiste». En sánscrito, saha denota la tierra; deriva de una raíz que significa «soportar» o «resistir». Por tal razón, en las versiones en chino de las escrituras budistas, saha se traduce como «resistencia» o «tolerancia». En este contexto, «mundo saha» significa el lugar donde los seres humanos se exponen a padecer sufrimientos.