Vivir en conexión

Susanne Frohberg y Florian Perfler, Alemania
Imagen de una gran villa blanca entre árboles

Situada en una antigua finca de viñedos en el valle del Rin, Villa Sachsen es un paraje histórico del siglo XIX que alberga, desde 1994, el centro principal de la SGI de Alemania (SGI-D). En este lugar se celebran conciertos y eventos culturales periódicos en cooperación con la ciudad local de Bingen, y el día de puertas abiertas, en el marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio, es una importante actividad anual que atrae a cientos de visitantes de la comunidad y del público en general. Cuando la celebración de dicho evento se vio amenazada por la pandemia, tal circunstancia se tornó en una oportunidad para infundir ánimo en medio de la crisis.

El budismo considera que todas las formas de vida se mantienen unidas por una trama de vínculos indisolubles… Como seres humanos no siempre llegamos a percibir tal interrelación. Nuestra visión se torna muy confusa por los miedos y los sufrimientos, vivimos abrumados por nuestros problemas y desafíos… Sin embargo, en algunos momentos especiales, experimentamos destellos de lucidez: durante un paseo por el bosque, una pausa para darnos un respiro en un claro bañado por el sol, o quizá en medio de una celebración familiar, al vernos rodeados de seres queridos en un ambiente alegre y cálido; tal vez al recuperar nuestra salud tras una larga enfermedad, o cuando somos recompensados después de un duro trabajo. Pero, estos momentos de lucidez suelen ser efímeros y luchamos para aferrarnos a ellos mientras somos arrastrados por la corriente de la vida que nos lleva a nuevos abismos.

– Extraído de la presentación en video sobre la conexión que nos une a los demás llevada a cabo por la SGI-D con ocasión del día de puertas abiertas en el marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio.
Un hombre sentado bajo un árbol lee ante la cámara
Imagen fija del vídeo del sitio web de la SGI-D correspondiente a la presentación sobre la interrelación

Comenzamos a reunirnos para planificar el día de puertas abiertas anual en el marco de las Jornadas Europeas de Patrimonio desde enero de 2020. Como en años anteriores, estábamos llenos de ilusión por desarrollar una visión conjunta para este día especial en el calendario de la SGI-Alemania (SGI-D). Y entonces llegó la pandemia del coronavirus.

Durante marzo y abril, las restricciones de contacto nos impidieron reunirnos en persona. Con la esperanza de volver a encontrarnos en junio, empezamos a recabar y sumar ideas, y a buscar inspiración para un lema. Como la jornada de puertas abiertas es una actividad que involucra a todas las divisiones y grupos de nuestra organización para alcanzar un objetivo común, queríamos que cada persona pudiese aportar ideas y contribuir con su creatividad.

Pronto caímos en la cuenta de que las condiciones sociales impuestas por el coronavirus podrían, en sí, servir de inspiración para el tema del evento, junto con nuestro deseo de ocuparnos de la sostenibilidad. De este modo surgió el lema «Vivir en conexión». Al percibir el vínculo que nos une a algo o alguien, podemos abrigar esperanza y armarnos de coraje una y otra vez.

Fue así que llegamos a tener una visión compartida: sean cuales fueren las circunstancias, esta actividad proyectaría un oleaje de esperanza y aliento a toda Alemania. Al mismo tiempo, la naturaleza de la conexión que estábamos desplegando se vería reflejado también en nuestro equipo.

Una orquesta actuando en una sala con varias ventanas francesas que dan vista a una arboleda
Imagen de la actuación de la orquesta extraída del vídeo publicado en la web de la SGI-D

Enseguida resultó evidente que los eventos a gran escala tampoco tendrían lugar en otoño. La jornada de puertas abiertas debería efectuarse en línea. Nos preguntamos entonces cómo podríamos organizar de forma virtual una actividad tan especial. ¿Cómo llevaríamos a una pantalla de la computadora una atmósfera realmente especial como la actuación de la orquesta, las visitas guiadas por la villa, las actividades de los niños, las conmovedoras presentaciones, el contacto personal y las conversaciones que tanto aprecian las personas en este evento?

Teníamos la necesidad de contar con la inspiración creativa y la unión de todas las personas involucradas. De modo que nos reunimos por Zoom para escuchar las ideas de todos y muy pronto contamos con una gran cantidad de propuestas. Muchas de ellas requerían bastante conocimiento técnico para materializarlas, pero como se trataba de que hiciéramos la actividad entre todos, y no dejarla solo en manos de los expertos técnicos, dedicamos mucho tiempo en considerarlas hasta llegar a tener un plan definitivo.

Poniendo en efecto la visión

En el espacio público de nuestra página web habría material para las personas que quisieran saber sobre la villa o el budismo, incluida una actuación de la orquesta de la SGI-D. Asimismo, en el área del sitio web para los miembros, se encontraría un contenido destinado a brindar aliento que los miembros de la SGI-D podrían verlo con sus invitados.

Además, crearíamos otras vías para que los miembros de toda Alemania pudieran participar, por ejemplo, enviando fotografías que representaran nuestro lema «Vivir en conexión», y piedras recogidas y decoradas con muchos colores por los niños, que llamamos «piedras de la esperanza».

Piedras pintadas dispuestas en espiral
Las piedras de la esperanza creadas para el evento

Además, queríamos transmitir la forma en que la visión de Daisaku Ikeda, tercer presidente de la Soka Gakkai, se ve reflejada en Villa Sachsen, a través del intercambio de relatos y experiencias personales, por ejemplo: cómo se llegó a adquirir la villa, recuerdos de las visitas del presidente Ikeda, la manera en que los miembros contribuyeron a la labor destinada a la reforma del edificio, cómo los cursos y actividades budistas en la villa nos han impulsado a avanzar en nuestra revolución humana y a ser realmente felices.

El equipo organizador decidió que haríamos daimoku juntos por el éxito de la actividad desde nuestros respectivos hogares durante un horario determinado. La entonación de Nam-myoho-renge-kyo trasciende la separación física, conecta a las personas entre sí y nos anima a seguir caminos aún no transitados.

Dado que la jornada de puertas abiertas de 2020 fue completamente diferente a la de años anteriores, no había un plan de acción establecido y juntos tuvimos que encontrar nuevos caminos con espíritu pionero. Como cabe imaginar, el proceso estuvo acompañado de grandes obstáculos. Se nos acababa el tiempo, los videos tenían que volver a grabarse por razones técnicas, las cámaras no funcionaban. . . Aun así, nos alentamos mutuamente a perseverar en nuestro empeño.

Al mismo tiempo, no teníamos en claro si valdría la pena tanto esfuerzo. ¿Sería posible finalmente alcanzar nuestro objetivo y transmitir el corazón de todos los involucrados en esta labor a través de este medio que era tan nuevo para todos nosotros? Una y otra vez nos recordábamos a nosotros mismos la determinación que habíamos tomado al principio y, pese a que geográficamente nos encontrábamos dispersos por toda Alemania, juntos, unidos en nuestros corazones, pudimos superar paso a paso todos los obstáculos.

Al final, gracias a los comentarios que nos hicieron llegar, quedó claro que nuestras presentaciones en video conmovieron a todos y que pudimos lograr cabalmente nuestros objetivos. Como equipo, sentimos que habíamos logrado el triunfo.

Fragmento de la presentación en video sobre el tema de la interrelación:

Por transitoria y frágil que pueda parecer esta sublime belleza y dignidad, el Buda percibió que, esta maravillosa y majestuosa condición existe efectivamente en nuestras vidas, aunque no solemos verlo, de la misma manera en que el sol continúa iluminando nuestro sistema solar… La fuerza vital del universo surge desde nuestro interior y fluye hacia el mundo, conectándonos con nosotros mismos, con los demás y con todas las cosas. Brillamos como una joya resplandeciente suspendida en la red de Indra. Propiciamos dentro de nosotros el despertar a la fuerza y la sabiduría del Buda, el coraje y la compasión, tal y como somos en este momento, en el preciso lugar donde nos encontramos. Ahora podemos vivir esta conexión –conscientes de que nuestras vidas están unidas por una trama de vínculos indisolubles–, reconocer la joya que existe en el interior de nuestro vecino, de nuestro colega y del conductor del automóvil que tenemos ante nosotros. Sentimos a la humanidad como nuestra familia, abrazamos con gratitud a la naturaleza como nuestro mayor tesoro, vemos nuestro destino, el universo y la vida misma como nuestros aliados.

Nunca pierdan la esperanza, incluso en tiempos de crisis, confíen en un futuro positivo, en un destino brillante para toda la humanidad en el planeta Tierra.

Adaptado del artículo publicado en la revista Express de la SGI de Alemania, número 353, de octubre de 2020