Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 28: Los tres presidentes fundadores y el camino de maestro y discípulo [28.27]

28.27 La eterna historia de los maestros y discípulos de la Soka

El presidente Ikeda expresa su confianza en que la historia de los maestros y discípulos de la Soka seguirá iluminando el siglo XXI con una luz de esperanza.

A los diecinueve años
me puse de pie
en el mundo de la Soka
para trabajar por el kosen-rufu
inseparable de mi mentor.

Hasta el día de hoy sigo manteniendo un diálogo constante con mi maestro. En mi fuero interno, ante él soy el mismo joven de antaño. El kosen-rufu fue nuestra aspiración en común, nuestro gran sueño, la aventura que compartimos como mentor y sucesor.

Vislumbrando su rostro intrépido, le informo sobre mis victorias y afirmo mi determinación de concretar muchas más aún. Sabiendo que estoy obrando para dar forma a sus ideales, mi valentía es mucho mayor, y mis fuerzas fluyen como una cascada incontenible. Me embarga la gratitud más profunda de solo sentir que se me ha permitido vivir esta existencia insuperable.

La Ley Mística es imperecedera y eterna, como lo es el juramento que hice a mi mentor; por eso, así pasen décadas y décadas, seguiré siendo siempre joven.

El señor Toda solía decirnos a los jóvenes que, al igual que él, éramos discípulos del señor Makiguchi: «Haber conocido al presidente Makiguchi será, algún día, el máximo honor para cada uno de ustedes».

También consideraba que el haber experimentado cuatro persecuciones con su maestro era un orgullo incomparable.

[Las tres persecuciones previas a su encarcelamiento son el traslado injusto que las autoridades educativas impusieron al señor Makiguchi cuando era director de escuela, que lo llevaron a pasar por una serie de establecimientos primarios como los de Nishimachi, Mikasa y Shirokane. A cada uno de estos nuevos destinos, el señor Toda —que era maestro de grado— lo acompañó como discípulo.]

A menudo mencionaba, con vehemencia, la decisión de reivindicar a su maestro, fallecido en prisión. Con lágrimas en los ojos, declaraba que se encargaría de que el mundo reconociera la grandeza del señor Makiguchi.

No solo había tenido la fortuna de conocerlo, sino también de poder apoyarlo y trabajar a su lado en las horas de peor adversidad, y, tiempo después, de trabajar para dar a conocer sus méritos al mundo. Para un discípulo, no puede haber mayor motivo de orgullo.

La adversidad es la piedra de toque de la verdad. Cuando las empresas del señor Toda cayeron en bancarrota, algunos discípulos ingratos lo denostaron vilmente y se alejaron de él. Otros fingieron seguir reconociéndolo como maestro, pero hablando mal de él a sus espaldas.

Yo, sereno observador de la conducta mezquina de todas estas personas, me mantuve firme siguiendo el luminoso camino de la inseparabilidad entre el maestro y el discípulo, tal como había decidido.

Un día, con una sonrisa radiante, el señor Toda me dijo: «Daisaku, eres mi mejor discípulo. Tú haces que me sienta un maestro afortunado». Esa expresión ha quedado grabada para siempre en mi corazón.

El escritor alemán Johann Wolfgang von Goethe escribió: «Un maestro capaz forma buenos estudiantes, cuyas actividades se expanden y multiplican indefinidamente».1

La orgullosa contienda de los discípulos es engrandecer y ampliar sin límites las contribuciones destacadas de su maestro.

En diversas obras épicas y literarias de todas las épocas y latitudes, encontramos numerosas historias inspiradoras. Entre ellas, los relatos en que el héroe supera obstáculos o salva a otros poniendo en juego su bondad y su valentía.

El Sutra del loto puede describirse como una magnífica saga sobre la victoria del maestro y los discípulos. En particular, la enseñanza esencial (últimos catorce capítulos) del sutra narra la historia de los Bodisatvas de la Tierra,2 discípulos de Shakyamuni desde el remoto pasado, que juran propagar ampliamente la Ley en la época de maldad posterior a su muerte. Asimismo, podemos leer el sutra desde la perspectiva del budismo Nichiren, basados en el mensaje implícito del texto. En este caso, pasa a ser la historia de los discípulos de Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, que encarna la función del bodisatva Prácticas Superiores (líder de los Bodisatvas de la Tierra) y del maestro fundamental. Estos discípulos, que surgen de la tierra, son continuadores de su voluntad y emprenden la acción para lograr el kosen-rufu mundial.

Los miembros de la Soka Gakkai —la organización que ha heredado el propósito del Buda— hemos propagado el movimiento por el kosen-rufu a 192 países y territorios, y, para ello, hemos tenido que superar incontables obstáculos y dificultades. En ese esfuerzo, hemos hecho realidad esta historia de triunfo del maestro y los discípulos.

Los hermanos Ikegami, Munenaka y Munenaga, mantuvieron sin desvíos la fe en la Ley Mística, aun cuando el mayor fue desheredado por el padre. En definitiva, lograron que este último adoptara la fe en el budismo Nichiren, lo cual constituyó un acto de supremo amor filial. El Daishonin escribe, elogiándolos: «¿Acaso podría haber una historia más espléndida que la de ustedes [que será relatada por las generaciones futuras]?».3

Por mi parte, como discípulo del señor Toda, he podido dejar a la posteridad una inspiradora historia inmortal sobre el kosen-rufu y una épica eterna e imperecedera de maestro y discípulo. Es una saga que no termina nunca. Mientras ustedes, mis sucesores, sigan escribiendo su propio relato de triunfos y de contribuciones, nuestra epopeya triunfal de maestro y discípulo continuará brillando, con fulgor cada vez más intenso, en todo el orbe y por todos los tiempos.

La historia de los maestros y discípulos de la Soka es un ejemplo de esperanza y de integridad que iluminará nuestro mundo en el siglo XXI y alumbrará la marcha hacia un porvenir más venturoso para toda la humanidad.

Del prefacio de Shitei no hikari (La luz del maestro y el discípulo), publicado en japonés en enero de 2009.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Goethe, Johann Wolfgang von: Winckelmann and His Age (Winckelmann y su época), en Goethe’s Collected Works (Obras escogidas de Goethe), ed. ingl. John Gearey y trad. ingl. Ellen von Nardroff y Ernest H. von Nardroff, Princeton, Nueva Jersey: Princeton University Press, 1994, vol. 3, pág 114.
  • *2Bodisatvas de la Tierra: Hueste inmensurable de bodisatvas que irrumpen del seno de la tierra y a quienes el buda Shakyamuni confía la propagación de la Ley Mística o esencia del Sutra del loto en el Último Día de la Ley.
  • *3Véase Carta a los hermanos, en Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 523.