Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 21: Valorar a cada persona [23.6]

23.6 Atesorar a las personas que trabajan entre bastidores

El presidente Ikeda siempre ha valorado a quienes se esfuerzan con sinceridad lejos de las miradas. En estos fragmentos, analiza esta importante postura tomando como referencia el ejemplo de Nichiren Daishonin.

En 1272, Shijo Kingo emprendió un largo viaje hasta la isla de Sado para visitar a su maestro en el exilio. En esa oportunidad, el Daishonin le entregó una carta que había escrito para la esposa de su discípulo, Nichigen-nyo, quien se había quedado en Kamakura ocupándose de todos los asuntos en ausencia de su marido.

Si bien el aprecio y el cuidado del Daishonin a sus seguidores siempre era evidente, también prestaba especial atención a las personas que los apoyaban entre bastidores. Este gesto es una característica sobresaliente de su personalidad, profundamente considerada. En ese escrito dirigido a Nichigen-nyo, escribe:

Y sin embargo, en una época tan turbulenta como esta, ustedes dos [ella y otra practicante] han enviado a sus maridos hasta aquí sin siquiera tener sirvientes a quienes recurrir. Esto muestra que su sinceridad es más profunda que la tierra, así que, sin duda, las deidades terrenales tienen que haber reparado en ella. También es más elevada que el cielo, así que las deidades celestiales Brahma y Shakra [es decir, las dos principales deidades tutelares del budismo] tienen que haberla notado.1

Shijo Kingo transitó con digno orgullo el camino de su convicción, sin arredrar ante numerosas dificultades, e incluso fue a ver a su maestro a la isla de Sado. En buena medida, esto fue posible gracias al apoyo de su mujer y de su familia.

El Daishonin tenía plena conciencia del esfuerzo que Nichigen-nyo hacía discretamente, sin que los demás lo reconocieran o lo pusieran de relieve. Le está diciendo: «Aunque no nos podamos ver en persona, sé todo lo que usted ha venido haciendo. Sé que Kingo ha podido venir hasta aquí gracias a usted».

Apoyado por la profunda consideración del Daishonin y sabiendo que él creía en ellos y reconocía su sinceridad, Shijo Kingo, su esposa y su familia pudieron avanzar y revertir todas sus adversidades. Y cada una de estas victorias les permitió elevar su estado de vida e incrementar su buena fortuna.

Las familias y personas que mantienen su determinación incólume, pase lo que pase, y perseveran en el camino elegido hasta el final son héroes imperturbables, de sublime corazón.

¡Por lo tanto, hagamos que todos en nuestra familia Soka sean esos héroes de fe inquebrantable, capaces de esforzarse al máximo toda su vida y de vivir hasta el último instante recorriendo este noble sendero, por mucho que cueste!

Del discurso pronunciado en un Festival Familiar de la Cultura y de la Amistad, celebrado en Tokio el 15 de setiembre de 1991.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Las deidades Mismo Nacimiento y Mismo Nombre, en Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 335.