Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 30: La División Futuro, un tesoro de la Soka Gakkai [30.2]

30.2 Atesorar a los «mensajeros del porvenir»

A partir de orientaciones de su maestro Toda, el presidente Ikeda recalca que formar valores capaces es la vía para asegurar el desarrollo ininterrumpido del kosen-rufu, y es también una tarea de insuperable nobleza para la pacificación de la sociedad.

La Soka Gakkai comenzó siendo la Soka Kyoiku Gakkai (Sociedad pedagógica para la creación de valores), bajo el liderazgo de dos educadores sólidos y de elevados principios: Tsunesaburo Makiguchi y Josei Toda. Cada una de las actividades de la organización comienzan y terminan en el propósito de forjar valores humanos, especialmente a los jóvenes. Por eso los integrantes de la División de Jóvenes y, sobre todo, los de la División Futuro, son la esperanza, el foco y el corazón de la Soka Gakkai.

«Los niños son los tesoros del futuro», decía el señor Toda sobre los jóvenes que asumirían la responsabilidad del mañana, no solo de la Soka Gakkai sino también de toda la humanidad. Considérenlos emisarios del futuro y cuídenlos de la mejor forma posible».

Todos los niños y adolescentes son valiosos, sin excepción, y poseen un potencial infinito. Son los tesoros que diseñarán y construirán el porvenir. Por eso, el nombre División Futuro es tan significativo.

El señor Toda nos recalcó que debíamos procurar siempre inspirar a los niños con elevados ideales. Los niños y adolescentes tienen corazón puro. Si albergan grandes sueños e ideales que los inspiren, crecerán y se desarrollarán sin límites.

También decía: «Los niños deben ser respetados como personas con plenos derechos. Aunque, por ejemplo, todavía no entiendan de qué se trata la reunión a la que asisten, luego recordarán que estuvieron allí. Es importante que vean con sus propios ojos, que escuchen con sus propios oídos y experimenten las cosas por sí mismos».

*

La formación de sucesores capaces es absolutamente prioritaria para cualquier colectivo o institución. Por mucho que crezca una organización, si no forja nuevos valores capaces, no podrá perdurar; aunque cuente con incontables e impresionantes edificios, sin una sólida corriente de sucesores, no tardará en declinar.

Esto también se aplica a la Soka Gakkai. Es fundamental renovar nuestros esfuerzos con postura seria y sincera para identificar, capacitar y forjar valores humanos.

También en cada hogar es importante enseñarles a los hijos lo maravilloso que es practicar el budismo Nichiren. Por favor, hagan daimoku con todo su corazón e interactúen con sus hijos con la firme determinación de que lleguen a ser espléndidos sucesores en la fe.

Habiendo dicho lo anterior, a veces los hijos son reacios a participar en las actividades de la Soka Gakkai o no pueden hacerlo por diversas razones. Cada uno tiene circunstancias y situaciones distintas; pero las oraciones y las acciones sinceras de sus padres sin falta moverán su corazón. Y llegará un momento en que se pondrán de pie solos.

Recordemos, por favor, que el motivo por el cual buscamos transmitirles la fe budista a nuestros hijos y alentarlos a practicar es por su bienestar y por la eterna prosperidad de nuestras familias.

En una carta conocida como La duración de un «kalpa», Nichiren Daishonin cita un conocido relato budista: «Hace mucho tiempo, un niño llamado Virtud Victoriosa amasó un pastel de barro y se lo ofrendó al buda Shakyamuni; tiempo después, renació como el rey Ashoka, soberano de Jambudvipa (es decir, el mundo entero), y finalmente llegó a ser un buda».1

El Daishonin se refiere a menudo a esta historia en cartas a sus discípulos (como El tambor en el Portal del Trueno y La persona y la Ley). El punto de este relato es mostrar el inmenso beneficio adquirido por quienes hacen ofrendas a la Ley. Desde otra perspectiva, considero a su vez, que es muy significativo que este niño, a partir de establecer una relación con el budismo, haya llegado a ser más tarde un ilustre gobernante. De la misma manera, los miembros de la División Futuro llegarán a ser grandes líderes humanísticos a medida que crezcan. Son nobles personas que han conocido el profundo principio de la Ley Mística y, como resultado de ello, podrán adquirir una inmensa buena fortuna.

Quienes están a cargo de la División Futuro, haciendo propio mi corazón, marchan a la vanguardia en la tarea de formar a los tesoros del futuro. Por su dedicación infatigable, quiero agradecerles sinceramente.

Nuestras actividades diarias, en las cuales se valora a cada individuo, son la máxima expresión de la educación humanística.

No hay tarea más sagrada que nuestras actividades por impartir esperanza a la gente y establecer la paz en nuestras sociedades. Por favor, avancen con orgullo y convicción.

Del discurso pronunciado en una reunión de capacitación con líderes representantes, celebrada en Nagano el 26 de agosto de 2007.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1The Span of One Kalpa (La duración de un kalpa), en The Writings of Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2006, vol. 2, pág. 653.