Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 30: La División Futuro, un tesoro de la Soka Gakkai [30.1]

30.1 Avanzar hacia el centenario de la Soka Gakkai junto a la División Futuro

Forjar a los integrantes de la División Futuro1 es fundamental para asegurar el desarrollo continuo de la Soka Gakkai y del kosen-rufu. La presencia de jóvenes que pongan en práctica los principios revitalizadores del budismo Nichiren y se conviertan en líderes de la sociedad venidera es, para el mundo entero, una enorme esperanza. Este capítulo ofrece orientaciones sobre la formación de los miembros de la División Futuro, tesoros de la Soka Gakkai, y el modo de interactuar con ellos para fomentar su desarrollo.

En esta primera selección, el presidente Ikeda recalca la importancia de esta labor con respecto al porvenir del kosen-rufu e invita a todos los compañeros de fe a apoyar la tarea de nutrir y empoderar a los sucesores.

La Soka Gakkai hoy está avanzando dinámicamente hacia su centenario (en 2030). El porvenir de toda sociedad y de toda organización depende de la existencia de valores humanos. En tal sentido, forjar a los miembros de la División Futuro es crucial para asegurar el desarrollo de la Soka Gakkai. De hecho, es la clave de todo el futuro del kosen-rufu, y alimenta la esperanza en que la humanidad podrá cumplir con su gran anhelo de vivir en una era de paz.

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La revolución humana que aspiramos a lograr también puede considerarse un profundo cambio para abrir el camino a la felicidad de todos los niños de hoy y del mañana.

«Ninguna causa, ninguna guerra, justifica privar a los niños de su derecho natural a la felicidad».2 Estas son las apasionadas palabras del pediatra y educador polaco Janusz Korczak, quien se negó a ser intimidado por los invasores nazis, amparó y protegió a los niños que estaban bajo su cuidado hasta el final, y murió con ellos en un campo de concentración durante la Segunda Guerra Mundial.

En el Japón, en ese mismo período de la historia, moría en la cárcel el fundador de la educación Soka, Tsunesaburo Makiguchi, por su oposición a las autoridades militaristas del país. Para este educador, la vida de cada niño era un «cúmulo de joyas inapreciables».3

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Con respecto a la actitud que uno necesita tener para llevar a cabo una educación humanística, el señor Makiguchi escribió: «Los maestros deben descender del trono en el cual están encaramados como objeto de reverencia, para obrar como servidores del pueblo y con esta postura educar a aquellos que desean ascender al trono del conocimiento. No deben ser amos que se presentan a sí mismos como parangones, sino compañeros que guían y comparten la marcha hacia un ideal».4

Es importante que respetemos a cada niño como una persona por derecho propio. Fomentar el crecimiento de los pequeños requiere un total compromiso de nuestra parte. En cada niño hay un buen adulto; necesitamos dirigir nuestra voz a ese adulto interior. Jamás tratemos a los niños con actitud superior o condescendiente, suponiendo que no van a entender o que se conformarán con respuestas imprecisas.

Debemos creer en el enorme potencial de los niños y adolescentes, y esforzarnos por cultivar no solo su capacidad innata, sino también la nuestra. Cuanto más ampliamos nuestra mente, más podemos inspirar y forjar el crecimiento de otros. Por eso el cultivo y el cuidado de la propia vida es tan indispensable para poder nutrir a los demás.

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El segundo presidente de la Soka Gakkai, Josei Toda a menudo nos alentaba a criar a nuestros sus hijos en el jardín de Gakkai.

Nuestra familia Soka contiene el «sol» de una cultura de paz y la rica «tierra» que fomenta el crecimiento de valores humanos capaces de contribuir a la sociedad. El afecto de los miembros que activan en su entorno y su sincero deseo de que las personas sean felices hacen que, naturalmente, en el corazón de los chicos de la División Futuro crezcan los verdes brotes de la paz, la esperanza y la justicia.

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Mi esposa Kaneko solía llevar con ella a nuestros hijos cuando asistía a las actividades de la Soka Gakkai. Se sentaba con ellos frente al Gohonzon y les explicaba: «La reunión de hoy es muy importante». Una vez un miembro la observó y le preguntó si los niños, que eran tan pequeños, podían entender realmente lo que ella les decía. Mi esposa respondió: «Sí, claro que comprenden, porque se lo digo de corazón a corazón».

Ver a las personas esforzarse jubilosamente por la felicidad de los semejantes y por el bienestar de la sociedad es algo que queda grabado inconscientemente en la vida de los jóvenes de la División Futuro. Aunque, en ese momento, no aprecien cabalmente la importancia de esta dedicación, cuando crezcan lo harán.

En lo que concierne a la educación de los hijos, estoy seguro de que muchos padres descubren que las cosas no siempre resultan del modo en que las habían planeado. Pero no se preocupen más de la cuenta; acepten y apoyen cálidamente a sus hijos. Por favor, mírenlos a los ojos y díganles a esos emisarios del futuro que los aman y que creen en ellos.

Crean en sus hijos. Confíen en ellos, pase lo que pase. Esto será, para ellos, un manantial inextinguible de aliento y apoyo.

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En agosto de 1970, mientras la Soka Gakkai enfrentaba una avalancha de críticas malintencionadas e insultos,5 dije en una reunión de representantes de la División de Estudiantes de Enseñanza Media Superior: «Por muchas dificultades que se interpongan en mi camino, saber que cuento con ustedes —los valores humanos que asegurarán la perpetuación de la Ley y serán los sucesores de la Soka Gakkai— hace que sienta un inmenso orgullo y me considere una persona sumamente afortunada».

Juntos, luego, leímos un pasaje de uno de los escritos de Nichiren Daishonin: «Fortalezca su determinación más que nunca. El hielo está hecho de agua, pero es más frío que el agua. La tintura azul proviene del índigo, pero cuando aquella se utiliza para teñir algo en forma reiterada, se obtiene un tono mejor que el de la planta».6

Dije a mis jóvenes discípulos de la División Futuro, destinados a ser «más azules que la planta del índigo», cuyos pasos llegarán mucho más lejos que los míos: «De acuerdo con el principio expresado en este pasaje, espero que todos ustedes, sucesores de la Soka Gakkai, se desarrollen espléndidamente y superen a nuestra generación. Por favor, muestren al mundo la validez de las nobles enseñanzas y principios budistas que se practican en la Soka Gakkai, la principal aliada de las personas que sufren».

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En 2030, cuando los actuales integrantes de la División Futuro sean los conductores de nuestro movimiento, se calcula que la tasa de natalidad habrá descendido mucho en la sociedad internacional. En tal sentido, los esfuerzos que están haciendo en cada localidad por forjar minuciosamente a grandes valores ayudará a su vez, a crear un futuro más seguro para el mundo en general.

En mis viajes alrededor del orbe, siempre he aprovechado cada instante libre para encontrarme y alentar a los sucesores de la División Futuro. Muchos de ellos hoy son responsables juveniles en el país donde viven. Nada me hace más feliz que enterarme de las actividades de los graduados de la División Futuro, que siguen creciendo y avanzando a toda marcha en el escenario internacional.

Mi corazón palpita de alegría cuando imagino cómo será el mundo en el 2030, cuando los miembros actuales de la División Futuro luchen por la paz mundial como herederos del espíritu de la Soka Gakkai, compartiendo las esperanzas y aspiraciones del pueblo en cada lugar y haciendo todo lo posible por apoyar y alentar a la gente.

Con este brillante porvenir en mente, continuaré con mi esfuerzo para alentar a los integrantes de la División Futuro, orando por su felicidad junto a mis verdaderos camaradas de fe cuyas aspiraciones coinciden con las mías y, con este corazón, se dedican a forjar a nuestros preciosos jóvenes tesoros.

De la serie de ensayos «Nuestro brillante camino hacia la victoria», publicada en japonés en el Seikyo Shimbun los días 21 y 22 de agosto de 2012.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1El presidente Ikeda creó la División de Estudiantes de Enseñanza Media Superior el 7 de junio de 1964; la División de Estudiantes de Enseñanza Media Básica, el 15 de enero de 1965 y la División de Estudiantes de la Primaria, el 23 de setiembre de este mismo año. Estas tres agrupaciones forman la División Futuro.
  • *2Korczak, Janusz: A Voice for the Child: The Inspirational Words of Janusz Korczak (Una voz por los niños: Las palabras inspiradoras de Janusz Korczak), edit. por Sandra Joseph, Londres: Thorsons, 1999, pág. 151.
  • *3El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 4, pág. 87.
  • *4Makiguchi, Tsunesaburo: Soka Kyoikugaku Taikei (El sistema pedagógico de la creación de valores), en Makiguchi Tsunesaburo Zenshu (Obras completas de Tsunesaburo Makiguchi), Tokio: Daisanbunmei-sha, 1983, vol. 6, pág. 289.
  • *5Referencia al «incidente de la libertad de expresión», nombre con que se conoce una controversia surgida en 1970, cuando la Soka Gakkai se defendió de acusaciones difamatorias. Para conocer más detalles, véase el capítulo «Vientos feroces» de La nueva revolución humana, vol. 14.
  • *6La supremacía de la Ley, en Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 645.