Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 29: Una religión cuyo propósito sea la felicidad humana [29.4]

29.4 El espíritu de trabajar por la felicidad de la gente

El presidente Ikeda explica que la Soka Gakkai ha crecido como lo ha hecho por su respeto a las personas y por su compromiso de trabajar por la felicidad de la gente; luego, declara su esperanza en que los jóvenes puedan perpetuar eternamente este espíritu fundamental.

La Soka Gakkai siempre ha trabajado por la felicidad del pueblo, y sigue haciéndolo hasta hoy. Por eso la gente confía en nuestra organización. No hay nada tan poderoso.

Nuestro éxito se ha debido a esta consagración a la felicidad de las personas. Este es un principio invariable; una lección que nos enseña la historia y que, espero, ustedes jamás olviden. Es, además, el punto que hoy quiero transmitirles.

¿Quiénes merecen el máximo respeto? La gente común, esforzada y sincera. En el pueblo hay personas realmente admirables, aunque no tengan dinero o títulos importantes.

Los tres mártires de Atsuhara1 han pasado a la historia como modelos de devoción altruista al kosen-rufu. Ellos también fueron personas comunes, sin riqueza ni privilegios sociales.

¿Quiénes están esforzándose con denuedo para transmitir el budismo Nichiren a los demás? ¿Quiénes están trabajando con alma y vida por expandir nuestro movimiento en pos del kosen-rufu? Los que están obrando así son nuestros miembros, personas anónimas de diferentes ámbitos y formas de vida, empezando por nuestras camaradas de la División Femenina.

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Las religiones pueden analizarse en función de sus doctrinas y de los principios que exponen. Pero la historia muestra que los sistemas religiosos profundamente dedicados a la felicidad de la gente son los que reciben genuino apoyo del pueblo y los que resisten la prueba del tiempo.

La Soka Gakkai se ha desarrollado de acuerdo con este principio. Y ahora estamos en el proceso de construir los cimientos de una nueva era para el desarrollo dinámico del siglo XXI.

La Ley, y el budismo en sí, son eternos. Aunque el Daishonin proclamó su enseñanza hace 700 años, solo cuando surgió la Soka Gakkai este budismo comenzó a aplicarse ampliamente para la felicidad de la gente. El actual estado del kosen-rufu mundial se logró íntegramente gracias a nuestros esfuerzos, día tras día, por la dicha de nuestros compañeros de fe.

Yo también me he dedicado a los miembros cada día, de la mañana a la noche, durante casi cinco décadas. El Gohonzon tiene conciencia de todo. Lo digo no por vanidad, sino únicamente en bien de las futuras generaciones.

Por ese motivo la Soka Gakkai hoy es una de las principales organizaciones del Japón y del mundo. Por favor, nunca crean que esto ha sido fácil.

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Hubo una persona que observó cuidadosamente desde lejos el compromiso de la Soka Gakkai, y mi propia dedicación personal, a trabajar por la felicidad de la gente. Me estoy refiriendo al fallecido Zhou Enlai, quien fue mandatario de la China. El primer ministro Zhou dijo que la Soka Gakkai tenía una amplia base de apoyo popular, y que por eso era una organización digna de ser respetada.

El foco del mandatario también era el bienestar del pueblo. Nuestro compromiso mancomunado con la gente común forjó un lazo entre ambos que se convirtió en un puente dorado de amistad entre la China y el Japón.

Por eso declaré a las personas reunidas en el aeropuerto de Haneda, en Tokio, mientras me disponía a embarcar en mi primera visita a la China (en 1974): «He llegado hasta tan lejos junto a personas a quienes han tildado de pobres y enfermas. No lo hemos hecho con el poder de la riqueza ni con ningún otro poder mundano».

Además de las personas que se habían acercado a despedirme con afecto, había también representantes de la embajada de la China en el Japón.

Quiero que todos ustedes se enorgullezcan del espíritu de la Soka Gakkai.

La religión debe existir, precisamente, para ayudar a los pobres y a los enfermos, para animar a quienes más han sufrido. ¿No opinan lo mismo?

Mi deseo es que todos ustedes, jóvenes amigos, graben en su corazón y perpetúen brillantemente este espíritu de trabajar por la felicidad de las personas.

Del discurso pronunciado en una reunión de líderes de la División de Jóvenes alusiva al 16 de marzo, Día del Kosen-rufu, realizada en Tokio el 13 de marzo de 1998.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Tres mártires de Atsuhara: Tres campesinos discípulos de Nichiren Daishonin —Jinshiro, Yagoro y Yarokuro— que fueron arrestados y decapitados durante la persecución de Atsuhara, una serie de amenazas y actos de violencia perpetrados contra los seguidores del Daishonin en la aldea de Atsuhara, en el distrito Fuji de la provincia de Suruga (actualmente, zona central de la prefectura de Shizuoka), que comenzaron cerca de 1275 y persistieron hasta 1283, aproximadamente.