Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 29: Una religión cuyo propósito sea la felicidad humana [29.5]

29.5 A la vanguardia de la reforma religiosa

En relación con ideas expresadas por el historiador británico Arnold J. Toynbee, el presidente Ikeda analiza la clave de la necesaria reforma que deben emprender las religiones superiores en el mundo actual, como define el profesor Toynbee,1 y afirma que la Soka Gakkai encabeza la vanguardia de esa transformación.

¿Cuál es el problema más grande que afrontan las religiones superiores en la actualidad? El eminente historiador británico Arnold J. Toynbee ha dicho que las grandes religiones necesitan una reforma radical.

En verdad, la Soka Gakkai llamó su atención porque, a criterio de él, representaba una dinámica religión superior dirigida al presente y al futuro. Invitado por el historiador, fui a Londres en mayo de 1972 y, nuevamente, en mayo de 1973, para entablar con él un extenso diálogo.

¿Qué necesitan las religiones superiores para brillar en el siglo XXI?

En su obra El historiador y la religión, el profesor Toynbee recalcó la necesidad de distinguir la «esencia» de los sistemas religiosos y los «agregados no esenciales», los aditamentos ajenos que han sido incorporados a lo largo del tiempo.2

Necesitamos centrarnos en la esencia de una religión, en las cualidades invariables que trascienden las constricciones de ciertas épocas o contextos sociales, y descartar lo demás. Si no tenemos éxito en esta tarea, la religión no tendrá futuro, y la humanidad no podrá elevarse espiritualmente.

Para nosotros, en la Soka Gakkai, ¿qué sería lo «esencial» en lo concerniente a nuestra práctica y a nuestras creencias religiosas? Lo «esencial» es creer en Nichiren Daishonin, el Buda del Último Día de la Ley, y mantener la fe en las tres grandes leyes secretas.3 En otras palabras, es la enseñanza fundamental que el Buda expuso para guiar a las personas a la iluminación.

Los «agregados no esenciales» son elementos que cambian según la época y el lugar; en particular, las ceremonias y formalidades que cobraron forma en los siglos posteriores a la muerte del Daishonin.

El profesor Toynbee comparaba estos aditamentos con la «paja» mientras que la esencia de una religión era el «trigo». Separar la paja del trigo es un procedimiento natural en todas las cosas. Él sostenía que había que desechar la paja para poder extraer y valorar el grano.4 En otras palabras, la clave está en quitar las capas adicionales y llegar a la dimensión esencial de la religión.

Remover los elementos circunstanciales y los accesorios externos que se han acumulado con los siglos. Descartar las características que solo tienen significado en un contexto cultural específico y restringido. Preservar el verdadero espíritu o corazón de una religión. Esa es la única forma de asegurar el florecimiento de la humanidad en el siglo XXI. Y a eso se refería Toynbee cuando hablaba de la reforma religiosa.

En su obra, mencionó la reforma del cristianismo que tuvo lugar en el siglo XVI: «La Reforma no solo es un hecho específico que ocurrió en el pasado, en el capítulo de la Edad Moderna Temprana correspondiente a la historia occidental de la Cristiandad. Es un reto perpetuo que se presenta a cada momento a todas las religiones superiores por igual, y que ninguna de ellas puede ignorar ni un instante sin traicionar la confianza [de sus practicantes]».5

La Soka Gakkai marcha a la vanguardia de ese tipo de reforma religiosa mencionada por Toynbee. Esto, sin duda alguna, deleitaría al Daishonin y a su sucesor Nikko Shonin. Nuestro desarrollo ofrece una brillante esperanza a la humanidad en el siglo XXI.

Del discurso pronunciado en una reunión conmemorativa del 3 de mayo, realizada en Tokio el 3 de mayo de 1994.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1En su Estudio de la historia, Toynbee escribió: «Cuando hablo de religiones superiores, me refiero a las que están concebidas para situar a los seres humanos, como individuos, en comunión directa con la Realidad espiritual absoluta. El término se contrapone a las formas primitivas de la religión, que solo permiten una comunión indirecta a través de la intermediación de la sociedad particular de la cual son integrantes. En estas formas tempranas, la religión es una parte integral de la cultura en determinadas sociedades. Por otro lado, las religiones superiores —algunas parcialmente, otras por completo— han significado rupturas con el orden cultural particular en el cual se originaron. Se han convertido en sistemas separados de una cultura específicamente religiosa, en estado de tensión con los sistemas de la cultura secular de la cual se han distanciado. El advenimiento de una religión superior, de este modo, trae aparejada la distinción —previamente desconocida— entre lo «religioso» y lo «secular», entre lo «espiritual» y lo «temporal», entre lo «sagrado» y lo «profano». Véase Toynbee, Arnold J.: A Study of History (Estudio de la historia), vol. 12, Londres: Oxford University Press, 1961, pág. 307.
  • *2Toynbee, Arnold J.: An Historian’s Approach to Religion (El historiador y la religión), Londres: Oxford University Press, 1956, págs. 277-278.
  • *3Las tres grandes leyes secretas son principios centrales de la enseñanza del Daishonin. Son el objeto de devoción de la enseñanza esencial (el Gohonzon), el daimoku de la enseñanza esencial (Nam-myoho-renge-kyo) y el santuario de la enseñanza esencial (donde el Gohonzon está entronizado). Se las llama así porque están implícitas en el texto del capítulo «La duración de la vida de El Que Así Llega» del Sutra del loto.
  • *4Toynbee, Arnold J.: An Historian’s Approach to Religion (El historiador y la religión), op. cit., pág. 262.
  • *5Ib.