Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Capítulo 26: Líderes que guían a los demás a la felicidad [26.8]

26.8 Descubrir y forjar valores humanos

El presidente Ikeda explica que, en la Soka Gakkai, una importante misión de los líderes es descubrir valores humanos y forjarlos para que lleguen a ser más capaces que ellos mismos.

Tanto el maestro Makiguchi como el presidente Toda dedicaron toda su energía a forjar valores humanos.

Todo depende de los individuos, de los valores humanos. La Ley es importante, pero las personas son la clave. La gente es la que propaga la Ley, y la Ley permite florecer a la gente.

Por lo tanto, espero que desde su posición de liderazgo trabajen con alma y vida para forjar valores humanos. Jamás miren a los sucesores con altanería ni los consideren subordinados. Nosotros forjamos el crecimiento de los demás —y el de nosotros mismos— con buenos resultados cuando trabajamos con la convicción de que el potencial de las personas es mayor que el nuestro, y decidimos hacer todo de nuestra parte por ayudarlos.

Los líderes necesitan ponderar constantemente en cómo ayudar a todos a ser felices, a vencer en la vida y a que puedan desplegar plenamente su potencial.

Si encaramos las actividades de manera rutinaria, sin ese foco especial, no podremos forjar valores humanos. En cambio, hagamos daimoku a conciencia y pongámonos en acción en pos de esa meta. No se construye una torre de valores humanos cabales, de oro puro, con una actitud pasiva o con una dedicación tibia.

El señor Makiguchi decía que forjar valores humanos es «como tratar de encontrar oro en la arena». Es muy cierto… Elogiaba a los miembros diciendo: «Ustedes son como oro en la arena. Pero, aun siendo de oro, al principio no brillaban como el metal; eran como piedras cubiertas de tierra. […] Ahora que los hemos encontrado, por así decirlo, resplandecen como el oro bruñido».1

Todas las personas tienen la posibilidad de brillar como el oro. Los responsables debemos tener esto siempre presente y hacer todo lo posible por ayudarlos a manifestar sus cualidades espléndidas.

Es fundamental que los líderes se reúnan a dialogar con la mayor cantidad de personas y que actúen en muchos niveles distintos, pero ¿cuál es el propósito último de todos esos esfuerzos? Encontrar oro, en forma de valores humanos, y forjarlos hasta que brillen al máximo, con su verdadero esplendor. Nunca olvidemos este punto esencial.

Por eso el señor Toda, con el mismo espíritu que su maestro Makiguchi, declaró: «¡El castillo de la Soka Gakkai se construirá con valores humanos!».

«Un bastión de personas capaces»… Esta es nuestra guía eterna. El credo de la Soka Gakkai es luchar, vencer y abrir incesantemente el camino hacia el futuro, siempre con valores humanos.

A partir de este año, dedicaré más energía que nunca a forjar personas de capacidad. Esta es mi decisión.

Quiero formar valores humanos que puedan actuar de verdad en beneficio del kosen-rufu; líderes dispuestos a trabajar con alma y vida por los miembros. Quiero forjar responsables de calibre global, no personas egocéntricas que se sienten con los brazos cruzados a ver cómo otros hacen el trabajo duro. Dondequiera que vaya, haga lo que haga, mi deseo siempre será entrenar y forjar líderes así.

Del discurso pronunciado en una reunión de la sede central para responsables celebrada en Tokio el 20 de enero de 1994.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1MAKIGUCHI, Tsunesaburo: Makiguchi Tsunesaburo Zenshu (Obras completas de Tsunesaburo Makiguchi), Tokio: Daisanbunmei-sha, 1987, vol. 10, pág. 22.