Parte 2: La revolución humana
Capítulo 14: «¡Sean buenos ciudadanos!» [14.2]

14.2 Ser personas que brillen a través de su comportamiento

El presidente Ikeda explica que podemos ofrecer una magnífica prueba tangible de la grandeza del budismo haciéndonos acreedores a la confianza de los semejantes por medio de nuestro comportamiento como personas.

El señor Makiguchi solía decir: «Hay tres clases de personas en el mundo: aquellas que son indispensables; aquellas que da lo mismo que estén o no estén, y aquellas cuya presencia causa problemas. Siempre traten de ser personas valoradas e imprescindibles, tanto en su hogar como en el lugar de trabajo».

Una forma de mostrar la validez de nuestra práctica budista y de impulsar el movimiento por el kosen-rufu es convertirse en individuos respetados, queridos y merecedores de la confianza ajena; es decir, en personas irreemplazables tanto en el trabajo como en la familia y en la sociedad.

En una carta a su discípulo Shijo Kingo, Nichiren Daishonin escribe: «Viva de tal forma que la gente de Kamakura lo elogie por la diligencia con que Nakatsukasa Saburo Saemon-no-jo [Shijo Kingo] presta servicio a su señor, al budismo y a las demás personas».1

En ese momento, Shijo Kingo estaba enfrentando grandes dificultades. Sus colegas envidiosos lo habían malquistado con el señor feudal haciendo circular mentiras sobre él, y Ema, dando crédito a estas falsas acusaciones, le había confiscado parte de las tierras que Kingo administraba. El Daishonin le aconsejó a su discípulo que, en lugar de lamentar su situación, se enfocara en desarrollarse y en crecer como ser humano. Esa —le dijo— es la forma más noble y auténtica de vivir, y es el camino que debería adoptar todo practicante budista.

Aun cuando otros nos ataquen o nos sometan a críticas injustas, debemos permanecer imperturbables y seguir viviendo del modo correcto. De esa manera, terminamos ganando el respeto y el reconocimiento de la gente.

Las enseñanzas del budismo cobran vida en nuestra conducta como seres humanos; allí, en esta comprobación visible, es donde se revela la validez de lo que practicamos. Podría decirse que nuestro digno comportamiento como persona es una expresión de la fe correcta.

Además de ser buenos practicantes en lo que respecta al budismo, espero que también sean buenos vecinos, ciudadanos e integrantes ejemplares de la sociedad donde viven. A través de este comportamiento, construyan relaciones humanas de confianza, respeto y alabanza. La clave para ampliar el movimiento del kosen-rufu yace en expandir, iluminar y profundizar la órbita de comprensión y de confianza en la sociedad.

Del discurso pronunciado en la conferencia de representantes de Rio de Janeiro, en Brasil, celebrada el 10 de febrero de 1993.

La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Las tres clases de tesoros, en Los escritos de Nichiren Daishonin, pág. 892.