Volumen 30: Capítulo 6, Juramento 71–80

Juramento 71

El 29 de noviembre, tres semanas después de que la Nichiren Shoshu enviara la «Orden de disolución», llegó a la sede central otro documento que decía: «Nota de excomunión de la Soka Gakkai».

Este texto señalaba que la Nichiren Shoshu excomulgaba a la organización laica porque no había respondido a la demanda indicada en el anterior comunicado. Asimismo, notificaba la excomunión de «todas las organizaciones de la Soka Gakkai Internacional y las instituciones equivalentes que fuesen afines a los lineamientos de la Soka Gakkai y siguiesen sus directrices».

Varios responsables máximos de la organización, que se habían hecho miembros en la época del presidente Makiguchi, habían trabajado junto al presidente Toda para reconstruir la Soka Gakkai después de la Segunda Guerra Mundial y que durante muchos años habían sido testigos de la situación real del clero de la Nichiren Shoshu, condenaron las acciones inescrupulosas de Nikken y sus aliados. Entre estos líderes estaban Hiroshi Izumida, presidente de la Comisión Ejecutiva de Orientación de la Soka Gakkai, Hisao Seki y Katsu Kiyohara, presidente y vicepresidente del Consejo Ejecutivo de Asesores respectivamente.

Izumida manifestó con disgusto: «Pero ¿a quién están excomulgando? La excomunión es una medida que se aplica a las personas, pero ellos dicen excomulgar a la Soka Gakkai y a las instituciones de la SGI. Y, por otro lado, instan a sus integrantes a abandonarlas indicando que cada uno de ellos sigue manteniendo la condición de creyente laico de la Nichiren Shoshu. Sus intenciones ocultas son evidentes: apartar a los miembros de la Soka Gakkai para que sean sus feligreses».

«El autoritarismo, la actitud egoísta, cobarde y deshonesta de la Nichiren Shoshu no ha cambiado en absoluto con el paso del tiempo. Ellos no tienen fe. Por eso, aceptaron el talismán sintoísta y eliminaron pasajes importantes de los escritos del Daishonin [obedeciendo las órdenes del gobierno militarista durante la guerra]. Y cuando surge algún problema entre el clero y la Soka Gakkai, se rehúsan a conceder el Gohonzon a nuestros miembros, utilizando el objeto de devoción como un instrumento para manipular a los practicantes laicos.

»Lo que tenemos que reparar con especial cuidado es que están intentando cortar el lazo de mentor y discípulo de la Soka Gakkai.

»Esto lo podemos ver en el incidente en el que estuvo implicado Jiko Kasahara, el sacerdote corrupto que, durante la Segunda Guerra Mundial, expuso la teoría aberrante que considera la doctrina budista subordinada al sintoísmo. Los jóvenes de la Soka Gakkai que se encontraron con él durante las celebraciones del 700.o aniversario del establecimiento de la enseñanza de Nichiren Daishonin (en 1952), lo habían llevado frente a la tumba del señor Makiguchi y le habían exigido que ofreciera sus disculpas por la ofensa. En aquella ocasión, el Consejo de la Nichiren Shoshu adoptó una resolución contra el señor Toda quitándole el cargo de máximo representante del laicado y prohibiéndole la entrada al Templo Principal. Ellos sancionaron solo al presidente Toda para crear una división entre él y los miembros, cortar los lazos de mentor y discípulo de la Soka, y tener bajo su control a los integrantes de la organización».

Juramento 72

La Soka Gakkai es una asamblea de Bodhisattvas de la Tierra dedicada a la misión de hacer realidad el kosen-rufu, cuya savia vital es la relación de maestro y discípulo. Por esta razón, el «Rey Demonio del Sexto Cielo» utiliza todos los medios que están a su alcance para destruir este lazo y detener, de ese modo, el movimiento del kosen-rufu.

Los responsables que habían venido practicando desde los inicios de la organización, como Hiroshi Izumida, conscientes de la corrupción que había dentro de la Nichiren Shoshu y de su desprecio profundamente arraigado hacia los creyentes laicos, sintieron que este era el momento de encararlos frontalmente y tomaron iniciativas en la protesta contra las acciones del clero.

La única manera de transmitir a las jóvenes generaciones el espíritu de la Soka Gakkai es a través de los ejemplos y el proceder de los miembros más experimentados. Forjar sucesores es la misión y la responsabilidad de los predecesores en la fe.

Izumida expresó con firmeza: «Los recientes hechos demuestran con claridad que la Nichiren Shoshu está denigrando las enseñanzas del budismo Nichiren y se ha convertido en una escuela religiosa que calumnia la Ley. ¡No podrá escapar de la reprensión de Nichiren Daishonin y Nikko Shonin!».

Los miembros se sentían aliviados. Por fin, podrían avanzar con júbilo y libres de cualquier restricción hacia el kosen-rufu mundial, sin necesidad de preocuparse por el clero autoritario y ruin.

El mismo 29 de noviembre en que llegó la «Nota de excomunión», se realizó una ceremonia en el Centro Internacional Soka de la Amistad, en Sendagaya, Tokio. El presidente de la SGI Shin’ichi Yamamoto recibió un certificado de reconocimiento por su labor en aras de la educación, la cultura y el humanismo, otorgado por la Asociación de Jefes Diplomáticos de África en Tokio, que abarca veintiséis naciones de ese continente. Embajadores y representantes de diecinueve embajadas africanas, el delegado del Congreso Nacional Africano (ANC, por sus siglas en inglés) en Japón, y otras autoridades estuvieron presentes en el acto. Era algo fuera de lo común que tantos embajadores y diplomáticos de África se reunieran a la vez para hacer este tipo de visitas.

El embajador de Ghana dio un discurso en representación de la Asociación y se refirió a los esfuerzos que estaba haciendo Shin’ichi y la SGI por un mundo de paz, mediante su apoyo al movimiento contra el apartheid y la promoción del intercambio educativo y cultural entre el Japón y África a través de la Universidad Soka, la Asociación de Conciertos Min-On y otras instituciones afiliadas a la Soka Gakkai. Asimismo, dijo que la SGI era una agrupación de ciudadanos globales que poseen un mismo ideal humanístico y agregó: «Estoy convencido de que el haber elegido a la SGI como aliado fue la selección correcta en la lucha por concretar nuestros ideales compartidos».

Juramento 73

El embajador de Ghana prosiguió: «Es usted un verdadero ciudadano global y un gran embajador del Japón en todos los aspectos».

La historia del continente africano ha sido durante mucho tiempo una sucesión de luchas contra la opresión, la discriminación e incontables desafíos de toda índole. Shin’ichi se sentía sumamente honrado ante el reconocimiento que le otorgaban diplomáticos cuya mirada esclarecida y profunda había sido forjada bajo tales circunstancias.

Cuando se le entregó el certificado, la sala se vio colmada de aplausos. Una parte del documento decía: «En reconocimiento a sus contribuciones a la paz mundial promoviendo la educación, la cultura, los valores éticos, la igualdad racial, el respeto a los derechos humanos y la asistencia a los necesitados, y como agradecimiento a su guía espiritual y a su dedicación a la causa de la humanidad, la Asociación de Jefes Diplomáticos de África en Tokio da fe de sus extraordinarias cualidades humanas puestas al servicio de [la humanidad]».

Shin’ichi tomó el micrófono y manifestó: «Hoy es un día histórico y profundamente conmovedor».

Continuó explicando que, desde su establecimiento, la Soka Gakkai ha luchado en defensa de la dignidad y la igualdad de los seres humanos, y destacó que el segundo presidente de la Soka Gakkai Josei Toda había propuesto el ideal de la ciudadanía global. Shin’ichi se comprometió a dedicar mayores energías al intercambio entre Japón y África, el continente del siglo XXI que avanza hacia la victoria del pueblo.

El representante del Congreso Nacional Africano (ANC) transmitió a Shin’ichi el mensaje del presidente del ANC, Nelson Mandela, en el que expresaba sus saludos y sus sinceros deseos de salud a Shin’ichi.

Cuando llegó la hora de partir, Shin’ichi se despidió de la comitiva en la salida con un fuerte apretón de manos y manifestando su gratitud a cada uno.

El espíritu del budismo Nichiren palpitará con fuerza en el mundo entero cuando se abran los caminos de la educación, la cultura y el humanismo más allá de las fronteras. Los valores humanísticos y de paz, que constituyen la esencia de su filosofía, remontarán todas las barreras y unirán al género humano. Esforzarse para hacer de ello una realidad es el proceder que todo budista debe tomar y la meta hacia la cual deben apuntar los movimientos globales de ciudadanos en el siglo XXI.

Ese día, se alzó el telón de una nueva era de victoria de los derechos humanos. El gesto de los diplomáticos africanos era la muestra de las expectativas y los buenos deseos hacia el futuro de la Soka Gakkai que acababa de conquistar su independencia espiritual.

Juramento 74

Al día siguiente, en la noche del 30 de noviembre, se llevaron a cabo en todo el Japón reuniones de responsables con el tema: «Una gran victoria para el Renacimiento Soka».

Shin’ichi Yamamoto participó junto al presidente Eisuke Akizuki y otros líderes de la organización en el encuentro que se realizó en el Centro Internacional Soka de la Amistad, en Sendagaya, Tokio.

Dedicó a los miembros un poema que había compuesto para conmemorar este día que marcaba una nueva partida para la Soka Gakkai:

Ha llegado finalmente
el momento crucial
para los campeones de la Soka.

En la reunión, el presidente Akizuki presentó el poema y explicó que la expresión «los
campeones de la Soka» se refería al hecho de que todos los miembros son «campeones de la fe». Luego, habló sobre la verdadera naturaleza de Nikken y de la Nichiren Shoshu:

«La Nichiren Shoshu, al cometer incontables actos que calumnian la Ley, se ha ido degenerando, convirtiéndose en una “secta Nikken”. No tiene ningún derecho ni autoridad de excomulgar a la Soka Gakkai. Por sus graves ofensas, sin duda, el sumo prelado Nikken será reprendido severamente por el Daishonin…

»Manifiesto que la Nichiren Shoshu, por perturbar la armonía de la comunidad de creyentes y tratar de obstruir el avance del kosen-rufu, ya ha de ser excomulgada por Nichiren Daishonin…

»La excomunión por parte del clero es, en esencia, un intento inescrupuloso de convertir a los miembros de la Soka Gakkai en feligreses del templo. Su ambición invariable es disolver a la organización. Debemos ver la naturaleza sustancial de las cosas».

Y proclamó con energía: «En términos de fe, hemos también cortado las oscuras e insidiosas cadenas que nos amarraban a ellos, y ahora podemos avanzar con total libertad y fuerza hacia el kosen-rufu mundial. ¡Hoy, quiero declarar a viva voz la gran victoria del renacimiento Soka, en la cual hemos logrado nuestra independencia espiritual! ¿Me dan su acuerdo?».

Vítores y aplausos tronaron en la sala.

Akizuki citó seguidamente el pasaje de los escritos del Daishonin: «Decídase a extraer el inmenso poder de la fe, y entone Nam-myoho-renge-kyo con la oración de que su fe sea correcta y firme en el momento de la muerte. Jamás busque otra manera de heredar la Ley suprema de la vida y la muerte, y manifiéstela en su vida. […] Aun el hecho de abrazar el Sutra del loto resultaría inútil sin la herencia de la fe».1

Y enfatizó: «Heredar la Ley es tomar el legado de la fe. Los beneficios del Gohonzon surgen sin falta cuando interactúan los cuatro poderes de la Ley Mística, es decir, cuando “el poder del Buda” y “el poder de la Ley” se manifiestan en respuesta a la fuerza de nuestra fe y práctica. El “inmenso poder de la fe” es lo que produce inconmensurables beneficios. Sigamos demostrando esta verdad a todos».

Juramento 75

El presidente Akizuki anunció el establecimiento de la División de Ceremoniales en cada distrito municipal y prefectura del Japón, cuyos integrantes se encargarían de conducir los servicios fúnebres y otros ritos religiosos. También informó que la petición para exigir la renuncia del sumo prelado Nikken, que se realizó en el Japón y en los diferentes países, había sumado 12 420 000 firmas. Akizuki manifestó que presentaría a la Nichiren Shoshu estas firmas que reflejaban la indignación de los miembros del mundo ante las acciones de Nikken.

El público aplaudió con fuerza expresando su aprobación. Todos sintieron que había llegado el momento decisivo para el kosen-rufu mundial. Estaban entusiasmados y felices de asumir el protagonismo en el gran escenario de una nueva y trascendental reforma religiosa.

Finalmente, le tocó hablar a Shin’ichi.

Empezó con humor: «¡Me enteré de que hoy iba a celebrarse un festejo especial, así que decidí venir!».

La sala estalló en risas y aplausos. El encuentro se desarrolló dentro de una atmósfera alegre y distendida, colmada de júbilo y determinación.

Refiriéndose al hecho de que la Nichiren Shoshu había enviado a la organización la Nota de excomunión fechada el 28 de noviembre, Shin’ichi señaló: «El 28 de noviembre ha pasado a ser una fecha histórica. Noviembre es el mes en que se fundó la Soka Gakkai y, como todos bien saben, el 28 es significativo porque es la cantidad de capítulos que contiene el Sutra del loto. Así pues, de manera inesperada, pero muy propicia, el 28 de noviembre se ha convertido en el día de nuestra independencia espiritual».

Se escuchó nuevamente un estruendoso aplauso. La expresión «día de nuestra independencia espiritual» infundió infinita esperanza en todos y los llenó de expectativas hacia las posibilidades ilimitadas del porvenir.

Afirmó que la Soka Gakkai había hecho realidad la propagación amplia y universal de la Ley Mística gracias a la dedicación abnegada de sus miembros que actuaron exactamente de acuerdo con las enseñanzas del Daishonin, y enfatizó: «Ninguna otra organización ha propagado la Ley Mística en tal medida, ni ha compartido su grandeza con tantos pueblos del orbe. Pero nuestra verdadera labor recién comienza.

»Estoy convencido, tal como dijo el presidente Toda, que en las escrituras budistas de las épocas futuras se mencionará el nombre del «buda Soka Gakkai».

La Soka Gakkai está llevando a cabo el propósito del Buda, y cada uno de sus miembros que está trabajando incansablemente por el kosen-rufu es un buda.

Juramento 76

Las personas no están para beneficiar a la religión; por el contrario, la religión debe empoderar a la gente y conducirla hacia una vida feliz. Si esta relación se invierte o es interpretada de manera equivocada, todo terminaría distorsionándose. Shin’ichi señaló que este había sido el error fundamental cometido por la Nichiren Shoshu y describió el futuro que avizoraba: «El budismo de Nichiren Daishonin es el budismo del sol; es una religión mundial que ilumina a toda la humanidad. Desde todo punto de vista, el desarrollo de la Soka Gakkai como organización cuyos miembros practican esta gran filosofía, debería ser también amplio y universal. No debe constreñirse a un marco estrecho, cerrado y feudal».

El Daishonin escribe: «Cuando asoma el Sol en el cielo oriental, su intensa luz ilumina todo el firmamento sobre el gran continente meridional de Jambudvipa».2 La frase «el gran continente meridional de Jambudvipa» se refiere al mundo entero. El sol del budismo Nichiren tiene el poder de disipar las oscuras nubes del sufrimiento y la miseria, e ilumina a todo el orbe con su luz de felicidad.

Luego, sacando a colación los comentarios que hicieron varios académicos y pensadores acerca de la situación de la Soka Gakkai con el clero, Shin’ichi explicó sobre las características que debe reunir una religión mundial:

1) Una gestión administrativa abierta y democrática.
2) Una adhesión a los fundamentos de la fe que sea compatible con la libertad deexpresión.
3) Una igualdad de condiciones que promueva el respeto mutuo y la participación de todos los creyentes.
4) Un enfoque que haga hincapié en la fe más que en los rituales.
5) Un liderazgo abierto a todos los miembros, basado en la capacidad más que en el linaje.
6) Doctrinas universales propagadas con métodos adecuados a la época.

Habló también sobre la orientación del presidente Toda quien declaró que la Soka Gakkai debía permanecer conectada directamente con Nichiren Daishonin a través del Gosho. Shin’ichi enfatizó que la organización ha venido esforzándose incansablemente basada siempre en los escritos del Daishonin y actuando de acuerdo con la voluntad del Daishonin de cumplir «el gran juramento del kosen-rufu mediante la propagación benevolente de la gran Ley».3

Hizo hincapié en que no era necesario ningún intermediario entre los creyentes y el Daishonin, y que, en el contexto de la Soka Gakkai, el papel de los responsables era el de ayudar a sus compañeros a forjar vínculos directos con el Daishonin.

Los presidentes Makiguchi y Toda se dedicaron con abnegación altruista a propagar la Ley Mística siguiendo las instrucciones y guías de Nichiren Daishonin, y dieron ejemplo a los discípulos sobre cómo esforzarse en la fe y la práctica. En la Soka Gakkai, la relación de maestro y discípulo, los compañeros miembros y la organización existen para enseñar y aprender el espíritu del Daishonin y la fe y la práctica correctas del budismo basadas en sus escritos.

Juramento 77

Shin’ichi Yamamoto confirmó una vez más sobre la misión de la Soka Gakkai de llevar adelante el movimiento del kosen-rufu en el futuro y en todo el mundo.

«En el Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente, el Daishonin afirma: “Hoy, cuando Nichiren entona Nam-myoho-renge-kyo, está permitiendo a todos los seres vivos lograr la Budeidad en los diez mil años del Último Día de la Ley”.4 Con la convicción de que aquellos que se esfuerzan tal como enseña el Daishonin pueden lograr la Budeidad, emprendamos una grandiosa y nueva marcha rebosante de esperanza hacia el futuro de aquí a diez mil años.

»Nikko Shonin [el discípulo directo y sucesor del Daishonin] escribe: “Las escrituras sagradas de este país [del Japón] deberán traducirse del japonés al chino y al sánscrito cuando llegue la época de la amplia propagación universal”.5 Esto significa que, así como en el pasado las enseñanzas postuladas por Shakyamuni en la India fueron traducidas al chino, al japonés y a otros idiomas, las nobles palabras del Daishonin serán transmitidas a la India, China y demás países llegado el momento del kosen-rufu a través de las traducciones de sus escritos del japonés a las diferentes lenguas.

»La Soka Gakkai es la organización que está interpretando correctamente los escritos del Daishonin y está transmitiéndolos ampliamente en el mundo siguiendo al pie de la letra estas instrucciones de Nikko Shonin. De la misma manera, la Soka Gakkai continuará avanzando basada en las palabras del Daishonin. Estoy seguro de que tanto Nichiren Daishonin como Nikko Shonin se mostrarían felices por esto y expresarían sus elogios por nuestros esfuerzos».

Shin’ichi luego citó uno de los artículos de «Las veintiséis advertencias de Nikko» que declara: «No deberán seguir ni siquiera al Sumo Prelado si este contradice la Ley del Buda y postula sus propias ideas».6 Es una exhortación severa a no seguir doctrinas arbitrarias que contradigan las enseñanzas budistas, aun cuando son expuestas por el sumo prelado.

Y enfatizó la importancia de mantenerse siempre conectados con el Daishonin, tal como instan las advertencias de Nikko Shonin, y de seguir trabajando con energía y vigor por el kosen-rufu mundial. Por último, cerró diciendo: «Quisiera que todos ustedes sigan avanzando con júbilo y valentía inigualables para construir una organización sin parangón. ¡Celebremos juntos el septuagésimo aniversario de la fundación de la Soka Gakkai en el año 2000 con una resonante victoria!».

Aplausos que expresaban la determinación de los miembros tronaron en la sala.

La Soka Gakkai había iniciado una renovada partida hacia la nueva centuria, hacia el objetivo de ser una verdadera organización religiosa de alcance mundial y hacia una era de humanismo.

Juramento 78

Los miembros del Japón y de todo el mundo se pusieron de pie con valor decididos a ser los campeones del renacimiento Soka.

Empezaron una nueva travesía del kosen-rufu global teniendo presente las palabras del Daishonin que dicen: «Si el amor compasivo de Nichiren es realmente grande y amplio, Nam-myoho-renge-kyo se propagará durante diez mil años y más aún, por toda la eternidad».7

Se comprometieron unos a otros a jamás apartarse del correcto camino de la fe y de la práctica que aprendieron en la Soka Gakkai, a avanzar por siempre junto con la organización y llevar vidas dichosas, y a no permitir que ninguno de sus compañeros de fe se deje llevar por influencias negativas que causen en ellos arrepentimiento perpetuo. Fortaleciendo de esa manera su unión, iniciaron la marcha con optimismo y seguridad hacia el siglo XXI, la centuria de la vida.

El 27 de diciembre de 1991, casi un mes después de que la Nichiren Shoshu enviara la Nota de excomunión, la Soka Gakkai presentó a Nikken la petición de su renuncia como sumo prelado, firmada por más de dieciséis millones de personas del mundo entero. Este es un hecho irrefutable que quedará grabado por siempre en los anales del kosen-rufu.

Ese mismo mes, se realizaron festivales culturales y musicales en varias organizaciones locales como en los distritos municipales de Edogawa, Katsushika y Adachi en Tokio, y la ciudad de Kawasaki en la prefectura de Kanagawa. Asimismo, la Banda Fuji de Pífanos y Percusión, la Orquesta de Música Ligera Fuji de la División de Estudiantes y el Coro Fuji de Estudiantes llevaron a cabo diferentes presentaciones musicales. En muchos de estos eventos se cantó orgullosamente el «Jubiloso Himno de la Victoria Soka», el «Himno a la Alegría» de Beethoven con cambios en la letra original.

Shin’ichi Yamamoto participó en esas actividades siempre que le fue posible, no solo para ver sus interpretaciones sino también para brindar aliento.

Las voces de los miembros resonaron como una fanfarria que anunciaba el amanecer de 1992, el «Año del Renacimiento Soka».

1991 había sido para la Soka Gakkai un año tumultuoso, pero también un año importante en que volvió a la vida y consiguió su independencia espiritual; un período en que se abrió paso impetuosamente para convertirse en un movimiento religioso global.

Acababa de levantarse el soberbio bastión de la Soka, dedicado a crear la paz y la felicidad del género humano. Y justo cuando llegaba el momento del kosen-rufu mundial, la Nichiren Shoshu —cual «Demonios malignos que toman posesión de los demás»,8 tal como describe el Sutra del loto— reveló su verdadera naturaleza perversa y por propia decisión se alejó de la Soka Gakkai. Eran tiempos en verdad asombrosos. Todo se estaba desarrollando de acuerdo con la intención del Buda.

Juramento 79

Las campanas del renacimiento Soka resonaron a lo largo y a lo ancho del planeta.

En el día de Año Nuevo de 1992, Shin’ichi Yamamoto hizo el gongyo junto con los representantes de varias divisiones en el edificio anexo de la sede central de la Soka Gakkai y empezó el año brindando aliento a los miembros.

En la reunión de responsables de Año Nuevo celebrada el 5 de enero, Shin’ichi animó a los participantes a emprender una nueva partida con la determinación de abrazar con calidez a cada uno de los compañeros y ofrecerles palabras de aliento como primer paso para orientarlos en la fe.

En 1992, muchos sacerdotes abandonaron la Nichiren Shoshu. Algunos de ellos redactaron juntos una «carta de advertencia» en la que condenaban la conducta de Nikken y de la escuela religiosa por traicionar las enseñanzas de Nichiren Daishonin.

En agosto de ese mismo año, la Nichiren Shoshu expulsó específicamente a Shin’ichi del laicado. El clero estaba decidido a abrir de alguna manera una brecha entre el mentor y los discípulos de la Soka, pero ya ninguna de esas medidas desconcertó a los miembros.

Después de haberse separado de la organización, el número de seguidores de la Nichiren Shoshu disminuyó bruscamente y la escuela se dirigió a una ruina inevitable.

Tras haber excomulgado a la Soka Gakkai, el clero dejó de conceder el Gohonzon a los integrantes de Gakkai. Ante esto, Sendo Narita, el sacerdote principal del templo Joen-ji de la prefectura de Tochigi, que junto a su templo había dejado la Nichiren Shoshu, propuso a la Soka Gakkai valerse del Gohonzon transcrito por Nichikan Shonin [(1665-1726); vigesimosexto sumo prelado y restaurador del budismo Nichiren] preservado en su templo para conferir Gohonzon a los miembros.

En setiembre de 1993, se llevaron a cabo reuniones del Consejo Ejecutivo, el Consejo Ejecutivo de Asesores, la Comisión Ejecutiva del Departamento de Estudio, la Comisión de Responsables de Prefectura y el Consejo de Directores Ejecutivos de la Soka Gakkai para deliberar sobre este asunto. Se llegó a la conclusión de que se aceptaría dicha propuesta y se concedería este Gohonzon a los miembros de todo el mundo. Se tomó esa decisión por considerarse calificada para hacerlo como única organización religiosa que está avanzando de acuerdo con el propósito del Daishonin y como comunidad armoniosa de practicantes en la que fluye, de hecho, la herencia de la fe.

En 1995, con el pretexto de que no reunía las condiciones de una construcción antisísmica, la Nichiren Shoshu anunció la demolición del Gran Salón de Recepción y posteriormente procedió a derribarlo. En junio de 1998, demolió el Gran Templo Principal (Sho-Hondo), la cristalización de las sinceras donaciones de ocho millones de creyentes. Así, una tras otra, Nikken fue destruyendo las edificaciones que habían sido donadas al Templo Principal por iniciativa de Shin’ichi y cuyas obras representaban los logros de Nittatsu, su predecesor en el cargo como sumo prelado.

A fines de enero de 1992, el «Año del Renacimiento Soka», Shin’ichi viajó a los países vecinos del continente asiático.

Con la finalización de la Guerra Fría, consideraba que era el momento de construir puentes de paz en el orbe entero. Cuando pensaba en ello, sentía que no tenía un solo segundo para desperdiciar.

Juramento 80

En Tailandia, Shin’ichi Yamamoto fue recibido en audiencia por Su Majestad el rey Bhumibol Adulyadej en el Palacio Chitralada, en Bangkok. Habían pasado cuatro años desde su anterior reunión. Ellos conversaron sobre la cultura, la paz y el arte. Aclamado como un hombre de gran cultura, el rey Bhumibol era famoso por su erudición y su profundo conocimiento del arte.

En su primer encuentro en 1988, Shin’ichi había propuesto realizar una exhibición de las fotografías tomadas por el rey. Dicha exposición se llevó a cabo en 1989 en el Museo de Bellas Artes Fuji de Tokio. Desde allí, la muestra viajó a los Estados Unidos y al Reino Unido donde fue igualmente muy bien recibida.

En esta ocasión, Shin’ichi le propondría a Su Majestad la celebración de un concierto donde se interpretarían sus composiciones musicales. Este evento especial se hizo realidad al año siguiente, en noviembre de 1993, en el auditorio de la Universidad Soka, en conmemoración al trigésimo aniversario de la primera visita oficial al Japón del rey Bhumibol y la reina Sirikit.

Posteriormente, en la que sería su tercera reunión, en 1994, Shin’ichi haría a Su Majestad otra propuesta sobre una exposición de sus pinturas. Aceptada esta sugerencia, las obras del rey Bhumibol serían exhibidas en Tokio, Nagoya y Osaka (en 1996).

Durante su estadía en Tailandia, Shin’ichi también volcó todo su ser para brindar aliento a los miembros.

El corazón del budismo Nichiren se encuentra en el deseo y la acción de alentar a los demás. Sus enseñanzas humanísticas brillan intensamente en el proceder de aquellos que las practican.

Los miembros de la Soka Gakkai de Tailandia se sentían orgullosos de la amistad cultivada entre el rey Bhumibol y Shin’ichi, y se esforzaron para hacer contribuciones positivas a la sociedad, y ganarse la confianza y la comprensión de sus compatriotas. La organización consiguió un gran desarrollo a medida que sus integrantes expandieron la red de felicidad en toda Tailandia, la «tierra de las sonrisas».

En su siguiente destino, Shin’ichi se encontró con mandatarios de la India como el presidente Ramaswamy Venkataraman y el vicepresidente Shankar Dayal Sharma, entre otros. También se reunió con Bishambhar Nath Pande, discípulo directo del Mahatma Ganshi y vicedirector del Gandhi Smriti y Darshan Samiti [complejo de museos en memoria del líder del movimiento por la emancipación de la India y gran héroe de la no violencia]. Y por invitación de este Museo, Shin’ichi dio una conferencia titulada «El gandhismo y el mundo moderno».

Asimismo, participó en el festival cultural organizado por los miembros de la SGI de la India (Bharat Soka Gakkai). Todos se habían desarrollado excepcionalmente, incluso una multitud de jóvenes valores humanos estaba demostrando un espléndido crecimiento. Miembros de Nepal, tierra natal de Shakyamuni, también asistieron a esta actividad, y Shin’ichi se tomó una foto grupal con ellos y otros compañeros.

Shin’ichi sintió la llegada de un nuevo amanecer.

  • *1Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 228.
  • *2Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág.179.
  • *3La inscripción que se lee en el Joju Gohonzon de la Soka Gakkai.
  • *4The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), traducido por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 41.
  • *5«Gonin Shoha Sho» (Sobre la refutación a los cinco sacerdotes), Gosho Zenshu, pág. 1613.
  • *6Gosho zenshu, pág. 1618.
  • *7Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 773.
  • *8Véase El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 13, pág. 193.