Parte 3: El kosen-rufu y la paz mundial
Conclusión: Hacia el futuro [5]

5 La Soka Gakkai siempre abrirá caminos para avanzar

El presidente Ikeda recalca el poder transformador del budismo Nichiren, señalando la seguridad con que el Daishonin enseña que las épocas más turbulentas prenuncian la llegada de una época de nueva esperanza, en que habrá de florecer la enseñanza correcta. Afirma que la Soka Gakkai, a partir de la unión de sus miembros, en inseparabilidad de maestro y discípulo, encontrará ante cada obstáculo e impedimento la forma de superarlos para poder avanzar.

El crecimiento y el desarrollo de una sociedad dependen de los ideales y filosofías que valoren las personas que la integran.

La gente, en la época de Nichiren Daishonin, no quería reconocer las verdades que él proponía a consideración; condonaba pasivamente la denigración de la Ley, que tanto sufrimiento causaba a las personas. Al aceptar las enseñanzas de escuelas budistas erradas —que ignoraban la felicidad del pueblo o fingían ocuparse del tema sin hacer nada al respecto—, la sociedad perdía toda posibilidad de prosperar o de desarrollarse como habría podido.

Así y todo, la luz de la sabiduría que irradia la enseñanza budista correcta muestra su verdadero valor en épocas de gran convulsión y conflicto social. El Daishonin creía, claramente, que la hora más oscura de la noche no era más que el preludio de un amanecer que da paso a despertar del pueblo; es decir, una oportunidad de cambio, un punto de inflexión. «El gran mal prenuncia la llegada de un gran bien»…1 Nos está diciendo: «No hay por qué ser pesimistas. Yo, Nichiren, que poseo la sabiduría del buda, brillante como el sol, he surgido en respuesta a esta época oscura. El gran mal prenuncia la llegada de un gran bien del kosen-rufu». ¡Qué inspiración y tranquilidad tienen que haber sentido los seguidores del Daishonin al ver esta resuelta convicción!

El Daishonin también escribe: «Si todo el territorio de Jambudvipa [el mundo entero] se viese arrojado al caos, no habría dudas de que [el Sutra del loto sería] “ampliamente propagado en todo Jambudvipa”2».3

Desde luego, el budismo Nichiren no propone, de ninguna manera, una visión apocalíptica o fatalista sobre el destino de la humanidad. Antes bien, existe para poner fin al sufrimiento de la gente; para permitirle a cada persona ser feliz en el mundo real. Precisamente porque el Último Día de la Ley es una época de problemas que parecen ser irresolubles, nos ponemos en acción para cambiar las cosas, revertir los males y las costumbres perniciosas del pasado, revalorar las cosas desde la raíz, y empezar a hallar soluciones partiendo de la fuente. Estos cambios esenciales, que van al fondo de las cosas, siempre generan resistencias, pero esta vía es la única forma de abrir un nuevo camino hacia el avance. El budismo de Nichiren Daishonin es una enseñanza absolutamente comprometida con la transformación positiva de la realidad; una enseñanza que nos permite dar un giro diferente a este conflictivo mundo saha4 y hacer de él un espacio seguro de felicidad y de paz.

De Aprendamos de los escritos de Nichiren Daishonin: Las enseñanzas para lograr la victoria, vol. 7, publicado en japonés en agosto de 2014.

Sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1El «kalpa» de disminución en Los escritos de Nichiren Daishonin (END), pág. 1168.
  • *2El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 28, pág. 318.
  • *3El «kalpa» de disminución, en END, pág. 1168.
  • *4Mundo saha: El mundo en que vivimos los hombres, colmado de sufrimientos. A menudo se lo traduce como «mundo donde se resiste». En sánscrito, saha denota la tierra; deriva de una raíz que significa «soportar» o «resistir». Por tal razón, en las versiones en chino de las escrituras budistas, saha se traduce como «resistencia» o «tolerancia». En este contexto, «mundo saha» significa el lugar donde los seres humanos se exponen a padecer sufrimientos.