Parte 2: La revolución humana
Capítulo 15: «Fe para superar obstáculos» [15.2]

15.2 La felicidad genuina brilla en el corazón de quienes han superado dificultades

El presidente Ikeda señala que, para adquirir un estado de felicidad indestructible, es fundamental cultivar fortaleza interior que nos permita confrontar cualquier obstáculo.

La práctica budista persistente conduce al florecimiento de una felicidad inusitada, producto de acumular beneficios invisibles. Esto concuerda con la razón, y el budismo, justamente, se basa en la razón.

Por eso, el Daishonin reiteradamente nos alienta a perseverar en la práctica budista durante toda la vida, sin jamás desistir o alejarnos del camino de la fe, pase lo que pase.

Una vida sin lucha, sin desafíos, sin dificultades y escollos, podrá parecer grata y fácil a primera vista. Pero, así como un niño criado puertas adentro, sin jamás salir a la intemperie, es vulnerable y frágil de adulto, de la misma manera un espíritu que no se ha templado y que no se ha puesto a prueba es incapaz de experimentar una dicha verdadera. La felicidad solo puede existir en el corazón de una persona de identidad sólida y firme, capaz de afrontar con seguridad cualquier circunstancia compleja.

En tal sentido, poder entrenarnos y forjarnos en contacto con las dificultades reiteradas es, en sí, una causa de dicha. Más que ninguna otra cosa, nuestra práctica budista dedicada al logro del kosen-rufu nos permite ser personas de felicidad «indestructible como el diamante».

Cuanto más entrenamos nuestro cuerpo, nuestro espíritu y nuestra mente, más fuertes nos volvemos, más crecemos como personas y más desarrollamos nuestro potencial. Sin ejercitarnos, nos volvemos propensos al deterioro físico y a contraer enfermedades. Esto es algo lógico desde el punto de vista de la medicina.

En el mundo de la fe, también podemos lograr un estado de felicidad inamovible en la medida en que nos desafiamos constantemente con las adversidades y los sufrimientos.

Nichiren Daishonin señala: «Surgirán dificultades, y a estas habrá que considerarlas [paz y bienestar]».1

En el ámbito del kosen-rufu, consideramos que los problemas son un emblema de honor y son circunstancias de paz y de bienestar; en tal sentido, es la «tierra» donde echan raíz y se nutren los individuos de personalidad realmente admirable. Este es el gran camino para crear una felicidad duradera; tal como indica el Daishonin, es la ruta majestuosa por la cual se propaga ampliamente la enseñanza correcta.

Del discurso pronunciado en la reunión de la sede central para responsables, en Osaka, el 4 de marzo de 1991.

La sabiduría para ser feliz y crear la paz es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Véase The Record of the Orally Transmitted Teachings (Registro de las enseñanzas transmitidas oralmente), trad. ingl. por Burton Watson, Tokio: Soka Gakkai, 2004, pág. 115.