Parte 1: La felicidad; Capítulo 1:
¿Qué es la felicidad verdadera? [1.2]

1.2 La felicidad absoluta y la felicidad relativa

¿De qué manera, ante las aflicciones del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, podemos establecer una vida positiva y satisfactoria? En estos textos, el presidente Ikeda describe una existencia dedicada a la creación ilimitada de valor y a la búsqueda de la dicha absoluta, cultivando una potente fuerza vital y una abundante sabiduría.

¿Cuál es el propósito de la vida? Ser felices. Asimismo, esta también es la meta del budismo y de la fe.

Nichiren Daishonin escribe: «No hay felicidad más verdadera para los seres humanos que entonar Nam-myoho-renge-kyo. El sutra dice: “…donde, plácidos, gozan los seres vivos”1».2 En este contexto, «gozar plácidamente» significa ser libres para vivir como deseamos y disfrutar de nuestros días en plenitud.

Si uno dispone de fuerza vital y de sabiduría en abundancia, puede solazarse aun mientras confronta las adversidades cotidianas, de la misma forma en que los amantes del surf aprecian las olas gigantes o los montañistas se sienten atraídos por los picos más escarpados.

El Daishonin señala que no hay felicidad más inmensa que entonar Nam-myoho-renge-kyo, ya que la Ley Mística es el origen de la fuerza vital y de la sabiduría necesarias para superar cualquier obstáculo.

La realidad es rigurosa… Por favor, sigan luchando contra las dificultades que se les presenten y, en cada caso, triunfen, y vuelvan a triunfar, una y otra vez: en la vida diaria, en el trabajo, en los estudios y en las relaciones familiares. Las enseñanzas del budismo y nuestra práctica de la fe son la fuerza motriz de un desarrollo ilimitado.

Cuando las personas obtienen sabiduría y vitalidad de su práctica budista, pueden orientar cualquier circunstancia en una dirección más alentadora, brillante y positiva. Los practicantes sabios y genuinos del budismo Nichiren viven en sintonía con la victoria, no en términos teóricos, sino reales.

El presidente Josei Toda nos orientó de la siguiente manera:

Quiero comentar algo sobre la felicidad. Esta puede ser relativa o absoluta. La dicha absoluta se refiere a lograr la budeidad. […] La felicidad relativa, por su parte, significa concretar, uno por uno, todos los deseos cotidianos; por ejemplo, tener determinada suma de dinero, un cónyuge magnífico, buenos hijos, casa y vestimenta de buena calidad, y tantas otras cosas […]. No es un tipo de satisfacción demasiado trascendente. Pero todo el mundo cree que ser feliz es tener este tipo de cosas en la vida.

Entonces, ¿en qué consiste la plenitud esencial? La felicidad absoluta significa que el solo hecho de existir nos llene de júbilo. […] También implica un estado que nos permita gozar de buena salud, tener una familia armoniosa y, no pasar estrecheces económicas, prosperar en nuestra actividad laboral, y responder con sublime satisfacción y alegría a cada cosa que veamos o escuchemos. Cuando establecemos un estado interior así, el mundo saha lleno de conflictos se convierte en una tierra pura. A esto llamamos lograr el estado de budeidad. […]

¿Qué debemos hacer para vivir de esta manera? Dejar de centrarnos en la búsqueda de la dicha relativa y enfocarnos en la felicidad absoluta como meta. Solo la práctica del budismo Nichiren puede guiarnos en esta dirección. Estoy trabajando arduamente para compartir esta verdad con los demás; espero que tengan total confianza en mis palabras y que vivan existencias así [enfocadas en la satisfacción absoluta].3

El fundador y primer presidente de la Soka Gakkai, Tsunesaburo Makiguchi, observó una vez: «Hay personas que dicen: “Ahorré el dinero que quería, me compré la casa que deseaba, así que ahora puedo relajarme, tomarme un trago y darme algunos lujos. ¿Qué más puedo pedirle a la vida?”. Creo que esta clase de persona no ha entendido cuál es el sentido genuino de la existencia». Al respecto, el maestro Makiguchi concluía claramente: «El propósito de la vida es crear valor supremo y lograr la felicidad más elevada posible».

El nombre «Soka Gakkai» (literalmente, Sociedad para la creación de valores) se aplica a una red de miembros que se dedican a crear el valor supremo y a lograr la felicidad más excelsa.

El propósito de la vida es hacer posible esa clase de bienestar; en otras palabras, la dicha absoluta. Pero esta, lejos de ser algo que cambia con el tiempo, es un valor eterno. No se ve afectada por las circunstancias externas, y, por el contrario, surge de lo profundo del propio ser. No es un estado temporal, como la fortuna, el prestigio social u otras causas de solaz efímero.

Lo que cuenta es vivir de acuerdo con la Ley y, basados en esa dimensión universal, cultivar un elevado estado interior. Dicho estado, al igual que la Ley, también es perenne. Por lo tanto, como practicantes del budismo Nichiren podemos abrir camino para vivir como eternos triunfadores en el sentido esencial.

Hay quienes dicen que la felicidad es una cuestión de actitud mental, y que, si uno piensa que es feliz, lo será incluso en la pobreza o aunque esté sufriendo de mala salud. Pero de nada sirve repetirnos que somos felices, cuando por dentro no sentimos ninguna clase de satisfacción interior.

Los «tesoros del corazón» que acumulamos mediante nuestra práctica del budismo Nichiren se manifestarán con el tiempo como «tesoros del cuerpo» y como «tesoros de los cofres».4

Cada día oro sinceramente para que gocen de una existencia larga y segura, y de buena salud; sepan que esta seguirá siendo mi oración más fervorosa mientras viva. Lo que más anhelo es que puedan cumplir todos los deseos que albergan en su corazón, para que, al término de sus días, puedan sentir: «He sido tan feliz… No tengo nada que lamentar. Ha sido una vida muy satisfactoria».

Del discurso pronunciado en una reunión general de Rio de Janeiro, en Brasil, el 13 de febrero de 1993.

La «sabiduría para ser feliz y crear la paz» es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1Véase El Sutra del loto, Tokio: Soka Gakkai, 2014, cap. 16, pág. 229.
  • *2La felicidad en este mundo, en END, pág. 715.
  • *3TODA, Josei: Toda Josei zenshu (Obras completas de Josei Toda), Tokio: Seikyo Shimbunsha, 1989, vol. 4, págs. 257-59. (Orientación brindada en la reunión general del territorio conjunto Japón Oeste en enero de 1955).
  • *4Véase Las tres clases de tesoros, en END, pág. 889 y sigs.