Parte 1: La felicidad; Capítulo 8:
La postura ante la enfermedad [8.1]

8.1 La lucha contra la enfermedad puede hacer surgir una fortaleza espiritual invencible

Todo ser humano debe afrontar los desafíos del nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. En algún momento de la vida, experimentamos trastorno de salud. El budismo considera que las dolencias no deben ser vistas con temor, sino como una oportunidad para lograr la revolución humana que conduce a manifestar el estado de budeidad. El budismo nos permite convertir las enfermedades en una fuerza para triunfar en la vida.

En este capítulo, incluiremos orientaciones del presidente Ikeda sobre el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte, desde la perspectiva del budismo.


El budismo reconoce los problemas de salud como una de las aflicciones fundamentales que experimentan los seres humanos: el nacimiento, la vejez, la enfermedad y la muerte. Tanto la filosofía budista como la ciencia médica tienen un objetivo en común a la hora de buscar una solución al sufrimiento de la salud. Ambos se preguntan qué necesita el ser humano para poder mantener la vitalidad y gozar de bienestar físico y mental, y llevar una vida plena y satisfactoria.

La salud no es la mera ausencia de enfermedades. Una vida realmente sana es creativa y está siempre orientada a la búsqueda de algo nuevo, a la superación de algún límite, a la expansión de los horizontes, mientras dure la existencia.

Mi maestro Josei Toda, el segundo presidente de la Soka Gakkai, decía que, en el mundo contemporáneo, la gente incurría en dos grandes errores: confundir el conocimiento con sabiduría y asociar la enfermedad con la muerte.

Una cosa es el conocimiento, y otra, la sabiduría. La relación entre estos dos elementos puede verse desde muchas perspectivas.

En sentido general, podemos decir que la ciencia médica combate las enfermedades a través del conocimiento. Por su parte, el budismo cultiva la sabiduría humana para que el individuo pueda equilibrar su vida y fortalecer su vitalidad. De esta manera, podemos valernos del conocimiento médico como ayuda en restablecer la propia salud.

Siendo así, sería necio ignorar o rechazar la ciencia médica. Alguien que, en nombre de la religión, descartara los recursos científicos estaría actuando con fanatismo. Debemos emplear el saber médico con inteligencia para vencer las enfermedades; el budismo, desde su lugar, nos orienta a tener sabiduría para utilizar la ciencia de manera eficaz.

La sabiduría es un elemento esencial, no solo para la salud, sino también para la longevidad. Es un ingrediente esencial de la dicha humana. Si queremos establecer una época en que la humanidad goce de buena salud, primero tendremos que construir una época basada en la sabiduría.

En lo que concierne a la relación entre la enfermedad y la muerte, no necesariamente la primera desemboca en la segunda. Nichiren Daishonin escribe: «Las enfermedades hacen surgir en nosotros la determinación de entrar en el Camino».1 Tal como afirma, las enfermedades pueden motivarnos a observar la propia vida, a reflexionar sobre la existencia y sobre nuestra forma de vivir. En la lucha contra las dolencias de todo tipo, podemos comprender mucho más la naturaleza de la vida y establecer una fortaleza espiritual invencible.

De niño, era muy débil. En mi adolescencia, contraje tuberculosis y, por la gravedad del cuadro, los médicos pronosticaron que no pasaría de los treinta años. Pero esa experiencia me permitió comprender cómo se sienten cada día las personas que padecen de enfermedades… También me enseñó a valorar cada momento sin jamás desperdiciar un minuto, y a vivir con todas mis fuerzas, sacando el mayor provecho posible de las circunstancias.

Hay personas que físicamente son sanas, pero espiritualmente están enfermas. Y hay personas que están físicamente enfermas, pero espiritualmente rebosan vitalidad. Mientras estemos vivos, nos exponemos a sufrir de algún tipo de aflicción. Por eso es tan importante tener sabiduría, para triunfar en la lucha contra los males del cuerpo y del alma.

Del libro Kenko no chie (El arte de la salud), publicado en japonés en febrero de 1997.

La «sabiduría para ser feliz y crear la paz» es una selección de las obras del presidente Ikeda sobre temas clave.

  • *1El buen remedio para todos los males, en Los escritos de Nichiren Daishonin, Tokio: Soka Gakkai, 2008, pág. 981.